❀¦ diez

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El tiempo de recuperación había pasado, estaba perdido en el mundo de su mente mientras caminaba con YoonGi a la universidad.

— Entonces... — el azabache rompió el pequeño silencio que había entre ellos — Tu fantástico plan es evadir a Kim y listo ¿no?

JungKook asintió con falsa seguridad reinando en sus facciones — Es así... Si nunca me encuentra o me mira, jamás me lo encontraré y no podrá insistirme en hablar.

— Mh — simple respondió YoonGi — ¿Y que pretendes hacer con las clases que comparten? ¿Saltartelas y perder tu preciado titulo del mejor estudiante en la carrera?

El solo hecho de perder ese título causaba en JungKook pavor ¿Pero más miedo que el hecho de enfrentar a TaeHyung después de absolutamente todo lo que pasó? No, eso era superior.

El azabache tragó en seco y relajo sus hombros moviendolos un poco — Podré arreglarmelas — aseguró aunque YoonGi le daba el beneficio de la duda.

De pronto, alguien les apartó y JungKook sintió que su vida se iba en unos cuantos segundos porque pensaba que su olfato todavía no era del todo funcional como para reconocer el aroma de TaeHyung pero al dirigir su mirada lentamente invadido por el miedo para poder ver al sujeto que se había abierto paso entre él y YoonGi, la calma regresó.

Solo se trataba de SeokJin estando una vez más encima de YoonGi — Buen día — saludó el mayor y JungKook pudo apreciar el pequeño gesto que no terminó de realizar, fue como si tuviera planes de darle un beso en la mejilla a YoonGi pero se arrepintió a mitad de camino.

JungKook alzó una de sus cejas sospechando de cualquier cosa que estuviera pasando entre sus amigos pero la campana sonó — Bien, no te puedes saltar las clases, ni lo sueñes — SeokJin le dijo — Te has esforzado mucho en tus notas como para que todo lo eches a perder por Kim.

YoonGi dio unas palmadas suaves en el hombro del omega menor — Ni se te ocurra saltearte, anda que te esperan.

El omega quiso refunfuñar ante las ordenes de sus mayores, no le tocaba clase con Kim hasta la cuarta hora que era antes del receso. Sin nada más que pensar, simplemente se dirigió al edificio correspondiente — Será un largo día — masculló entre dientes.

🍥🍥🍥

Iban entrando a la cuarta hora de clases y justo también le tocaba con NamJoon; un alfa que era un buen amigo y era bastante dulce.

Miró a la distancia a TaeHyung acercarse con la mayoría de personas de la clase y él por su parte, estaba desesperado en busca del alfa de cabellos azules que como si fuera caído del cielo, le dirigió un saludo mientras pasaba por el frente.

¿Estaba tan en las nubes que no lo notó a corta distancia?

JungKook reaccionó rápido y atrapó su camisa entre sus manos y consiguió que volteara. El omega le miro con ojos de cachorro — Necesito tu ayuda, hyung — le pidió y NamJoon no tardó ni dos veces en asentir  — Bien, tú solo sigue avanzando y sientate junto a mi, por favor.

— De acuerdo... — quedamente musito el alfa al acceder cumpliedo con las indicaciones del de cabellos negros, entrando a la clase.

Rápidamente escogieron sus sillas y se sentaron casi en las ultimas de las dos primeras filas. Jungkook preparó todo en su escritorio y algo cansado suspiró — Por motivos que se me hace complicado explicar ahora mismo... Necesito mantenerme fuera del alcance de TaeHyung.

NamJoon junto sus cejas y su ceño frunciendose en confusión — ¿Acaso no te gusta? ¿Por qué harias eso?

Fue ahí cuando JungKook avergonzado se preguntó ¿Qué tan obvio era con ese pequeño gusto que tenía por aquel alfa?

El azabache colocó sus dedos encima de sus propios labios indicándole silencio — Prometo contarte luego pero ahora mismo no estoy listo. Necesito que en receso me lleves donde estén SeokJin y YoonGi hyung, si me dejas solo, tendré que hablar coon TaeHyung y no es lo que quiero... — JungKook le miró con súplica y un pequeño puchero en sus labios —Por favor...

NamJoon no tenía idea de qué tan extraño era el asunto con TaeHyung como para que JungKook acudiera a tomar esas medidas, lo único que sabía es que nadie podía negarse a esos lindos ojos de Bambi.

Rendido suspiró y cerrando sus ojos por unos instantes, finalmente decidió mirar al menor — De acuerdo, lo haré.

Al acceder miró la sonrisa de conejito de JungKook y él sin poder aguantarse, se inclinó en su silla para poder abrazarle, cosa que NamJoon recibió con una cálida sonrisa mientras dejaba suaves palmadas en la espalda de JungKook.

— ¡Eres el mejor, hyung!

Desde la primera fila, cierto castaño no soportaba aquella muestra de afecto de la cual él no era víctima. De ninguna forma queria ese exquisito olor a cerezas mezclado con el aroma de NamJoon, solo pensarlo le hervía la sangre.

shy ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora