━ ❝ Es mi fin si se llega a enterar❞
JungKook es un omega que lo tiene todo, un mejor amigo, estudia en una de las mejores universidades de Seúl y la carrera que le gusta, no era un fenómeno de la popularidad dentro de la facultad pero eso estaba b...
JungKook iba pensativo mirando la acera como si fuese lo más interesante del mundo y es que las amenazas de aquella omega seguían grabadas en su cabeza.
La universidad estaba a unos pasos que más temprano que tarde y para muy su desgracia terminó por culminar. Bajó su cabeza en cuanto empezó a caminar a su salón, le tocaba historia, clase que compartía con TaeHyung, una de las muchas y eso le ponía nervioso.
En los últimos meses se podría decir que tenían charlas casuales, las típicas que tendrías con un conocido y para JungKook era más que suficiente. Por años estuvo viendo a TaeHyung de lejos y que en estos últimos finalmente lograra un avance, le hacía sentir pleno, totalmente feliz.
Porque podía escuchar su voz de cerca, podía ver esa sonrisa frente a él, podía ver sus ojos brillar. TaeHyung simplemente era maravilloso a su parecer y aunque las oportunidades de quedar juntos eran nulas, apreciaba la pequeña amistad que tenían y a su pensar, esa amistad podría acabar si Jennie le decía su secreto.
Entró al salón de historia finalmente y no se esperaba que estuviese tan vacío, apenas habían dos o cuatro personas de treinta que asistían a la clase, sin embargo no le puso atención a eso y simplemente busco su banca que compartía con un chico llamado Jae que tampoco había llegado todavía.
Ya ubicado, sacó su cuaderno de trigonometría teniendo tarea pendiente - que era para la próxima semana - y empezó a resolver los cincuenta ejercicios pendientes de forma sencilla, teniendo unos trece ya resueltos.
Estaba tan concentrado que no logró reconocer aquel aroma de lluvia combinado con un fuerte olor a canela que lograba picar de forma agradable su nariz.
— Realmente eres bueno en trigonometría — TaeHyung puso una de sus manos en el escritorio del azabache estando a sus espaldas y dejando sus cuerpos en corta distancia, mientras veía algunos ejercicios ya hechos.
Ignorando el hecho que el rostro de JungKook estaba colorado hasta las orejas sintiendo el fuerte pecho de TaeHyung detrás, su aroma calando hasta lo más profundo en sus fosas nasales, era fuerte pero a la vez brinda calma, era como un arrullo que él estaba necesitando por tanta cercanía que no debería de tener, si Jennie les llegaba a ver, estaría en problemas.
Así que, tratando de inhalar algo de aire para que las palabras al fin salieran de su garganta, se vio inhalando el aroma de TaeHyung y se sintió mejor, más tranquilo.
—C-Creo que es así, no son ejercicios tan complicados — respondió casi en un susurro y balbuceos incluidos, siempre que hablaba con TaeHyung era así y odiaba el hecho de que el alfa le pusiera tan nervioso, tan tímido, incluso podía hartarlo.
Pero era todo lo contrario, TaeHyung sonrió suavemente, es que ese omega es realmente tierno a sus ojos.
Tomó asiento a un lado de la banca de JungKook notando que Jae aun no llegaba. Posó su mano en su mejilla mientras veía a aquel bonito niño de brillantes ojos que ocultaba tras aquellos lentes de gruesa pasta.
— Debes estar bromeando. Me cuesta un mundo hacer esos ejercicios, apesto en trigonometría —dijo con gracia que se causaba el mismo.
JungKook incapaz de hacer contacto visual, simplemente siguió jugando con su lápiz ya que no tenía suficiente concentración para seguir con los ejercicios con la presencia del alfa.
— Y-Yo podría ayudarte — musito suave, siendo casi un imperceptible susurro que TaeHyung logró escuchar ciertamente sorprendido.
Él no era ajeno a la timidez y bochorno que JungKook mostraba - según él - con casi todo mundo, así que le tomó por sorpresa aquello. No había visto a JungKook compartir con alguien que no fuese YoonGi, SeokJin y NamJoon.
Tampoco es como si iba a desperdiciar la oportunidad.
— Disculpa, JungKook, no logré escucharte — se excuso con aquella mentira aun no creyendo lo propuesto por el omega.
El azabache carraspeo — Que podría a-ayudarte con trigonometría —dijo más fuerte.
Y TaeHyung sonrió en grande — ¿Harías eso por mi? —JungKook finalmente le miró y de manera cohibida acomodó sus lentes, asintiendo hacia el castaño —Genial, entonces, ¿Nos vemos después de clase y nos ponemos de acuerdo?
—E-Eso estaría bien —respondió el azabache aun mirándole —En la biblioteca p-podríamos vernos, te esperaré.
Y no sabia en que se estaba metiendo o bueno si, se estaba metiendo y pasando de Jennie, cosa que en nada le convenía.
Pero valía por la sonrisa geométrica que TaeHyung le estaba mostrando. Aparentemente estaba feliz porque aquel aroma se hizo un poco más fuerte denotando su emoción.
TaeHyung se levantó del asiento en cuanto se percató que el maestro estaba entrando y Jae se estaba acercando —Entonces te veo en la biblioteca.
TaeHyung se alejó del escritorio de JungKook acercándose al propio que compartía con JiMin, quien estaba recostado contra la mesa aparentemente dormido pero el castaño no le tomó mucha importancia teniendo una pregunta en mente entre tanta emoción que le sentaba poder entender a la clase que tanto le costaba y podría valerle el periodo.
Y es que no se explicaba ¿Dónde había ido el aroma a cerezas de JungKook?
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