Después de días de interminable agonía con tantas tareas que los libros ya no podían estar en la cama, el final del parcial llegó y pudo pasar con éxito los exámenes teniendo los primeros acumulativos llenos en su boleta.
SeokJin y YoonGi iban a su lado mientras salían de la universidad — ¿Hoy vuelves? — cuestionó el pálido con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.
JungKook algo ido dentro de sus pensamientos asintió — Sí, estoy algo nervioso. Nunca vi el trabajar ahí como una molestia, me gusta estar con Chae y Lalisa pero tengo u-un pequeño malestar.
— ¿Algún presentimiento quizás? O la sensación de no querer asistir todavía después de tanto tiempo — agregó el mayor de los tres — Solo es que llegues y te incluyas nuevamente, ya no tienes nada que temer, nada que esconder.
Si, quizás ese era el problema, el hecho que probablemente toda la universidad ya lo sabía.
El más alto de ambos omegas dejó salir un pesado suspiro, no se sentía listo pero tampoco era para dar marcha atrás.
YoonGi colocó una de sus manos en el hombro del azabache menor — Lo harás bien, solo no pienses en todo lo que ha ocurrido estos días — ánimo con calma — O yo me encargo de patearte el trasero para ver si entras.
JungKook dejó salir una pequeña risa que le hizo arrugar la nariz tras ello, dejando una curvatura en sus labios mientras veía a YoonGi, pasando luego su mirada a SeokJin — Gracias por acompañarme — les dijo dedicándoles una última mirada antes de caminar hasta la puerta principal del local.
Al entrar, las campanillas características sonaron y llenó sus pulmones del aroma que ya reconocía y se le hacía tan familiar como el de una persona cercana. Miró a la gente que hacía fila en la caja y observó a quien atendía, apreciando así los rubios cabellos de su amiga y su cabeza era adornada con una diadema con orejas de conejo.
— Muchas gracias, vuelva pronto — le dijo ChaeWon al cliente sin percatarse de la mirada que recibía desde la entrada sin embargo, si la alzó cuando escuchó los tacones de Lalisa saliendo de la zona de empleados. Al ver que no se dirigía hacia ella, pasó su mirada a otro lado mientras tomaba los productos que su cliente le extendía aún con sus ojos perdidos en aquel cachorro de negros cabellos y gruesos anteojos — K-Kookie — balbuceo con emoción y sin creerse que había regresado.
JungKook le sonrió alzando un poco su mano como saludo y luego miró a Lalisa que se encontraba alzando una de sus cejas junto a sus brazos cruzados sobre su pecho — Así que finalmente apareces — le dijo en aquel tono desinteresado, sentía que le iba a reprender por lo tanto no dijo nada, solo se le quedó viendo, entreabriendo sus labios. La de cabellos naranja colocó sus ojos en blanco y bajó los hombros mostrándose en una posición menos intimidante — Ve a cambiarte, bunny. Bienvenido de nuevo.
JungKook asintió repetidas veces ante sus palabras y rápidamente paso por su lado para poder vestirse.
Estaba de vuelta.
Aunque ahora de forma diferente. Media escuela sabia lo que había ocurrido, sabía lo de su situación ¿De verdad quería estar de vuelta en ese lugar? Todavía sentía miedo de ser juzgado y el tema no lo había terminado de tocar con TaeHyung.
Estaba igual o peor que al inicio de todo eso pero en algún momento lo iba a resolver, ahora mismo lo único que importaba era atender clientes, hacer su trabajo.
🍥🍥🍥
El día estaba siendo algo tranquilo, tan solo faltaban un par de minutos para poder cerrar.
Respiraba profundo, era notorio que estaba tenso pero no quería preocupar a ChaeWon o Lalisa, tampoco quería ganarse un regaño así que debía tranquilizarse.
Lo que suponía era el último sonido de la campana se hizo presente haciendo que mirara a la puerta desde su lugar donde ordenaba los juguetes pero no tuvo tiempo ni siquiera de sorprenderse o reaccionar cuando las miró.
No tuvo tiempo de hacer algo porque los flashes de ambos teléfonos salían sin parar una y otra vez, tomando fotos al vestuario que usaba. De forma desesperaba trataba de taparse aunque no estaba desnudo pero era algo más revelador de lo que usaba en la universidad.
— ¡Sonríe, JungKook! — exclamó la omega acercándose cada vez más, haciendo retroceder al azabache quien les dio la espalda, tratando de hacerse una bolita — ¿Por qué no sonríes y nos cuentas qué tienes con Kim TaeHyung? ¿Acaso vestirte así te sirvió para conquistarlo?
La compañera de Jennie era una de sus amigas cercanas; Rosé. Ella veía con algo de preocupación al omega y tan pronto él chocó contra uno de los estantes haciendo que diferentes juguetes cayeran sobre él, dejó de tomarle fotografías.
Había sido un estruendo algo fuerte, escucharon una puerta abrirse pero no era de la entrada — ¿JungKook? — escucharon una voz afeminada, era firme — ¿Estas bien?
Rosé miró nuevamente al omega que ni aún con aquella voz que parecía provenir de una persona cercana reaccionaba. Tomó del brazo a la castaña — Jennie, nos vamos a meter en problemas, vamonos — abrumada le dijo.
Y de no haber escuchado los tacones ir en dirección al lugar en donde estaban, Jennie no hubiese hecho caso a Rosé. De mala gana le siguió, saliendo del local a paso rápido y pasando como si nada al lado de una chica de cabellos naranja.
JungKook se agachó, cubriendo su rostro mientras no se privaba de llorar en silencio delante de aquel estante.
— Por Dios, JungKook — preocupada dijo Lalisa al encontrarlo en aquel lugar, de aquella forma con tantas cosas alrededor. Se agachó al estar a su lado tratando de tocarlo pero no haciendo movimientos bruscos — ¿Llamo al chico de la otra vez...? — cuestionó abrumada sin saber exactamente que hacer — ¡ChaeWon, ChaeWon! ¡Ven, JungKook te necesita!
Si, estaba en toda la razón al temerle a Kim Jennie quien le hizo saber desde antes que se iba a lamentar de su existencia si se llegaba a acercar a Kim TaeHyung.
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shy ➳ taekook
Fanfiction━ ❝ Es mi fin si se llega a enterar❞ JungKook es un omega que lo tiene todo, un mejor amigo, estudia en una de las mejores universidades de Seúl y la carrera que le gusta, no era un fenómeno de la popularidad dentro de la facultad pero eso estaba b...