❀¦dieciséis

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De: Jennie Kim.
Para: Min YoonGi ( y toda la universidad)

" Quién diría que Jeon era omega de compañía por las tardes después de clases ¿Algún alfa de nuestra universidad interesado en pasar el rato con él?  Tengo entendido que sus servicios llegan a ser gratuitos. "


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Y el momento había llegado.

La rabia en el rostro que lucia siempre tan imperturbable era palpable, la forma en que apretaba el móvil entre sus manos mientras veía aquella foto que violaba todo espacio personal de su pequeño amigo.

Toda la rabia que acumulaba mientras estaba fuera de la habitación de JungKook era increíble e inmensurable.

Ella lo había hecho, terminó por hacerlo misarable tal y como lo había prometido, todo por un alfa ¿Qué le pasaba por la cabeza a esa chica? Ni siquiera podía ver a JungKook estando él en esas condiciones.

La puerta se abrió y de ahí salió SeokJin quien lo había ido a recoger al local, tras de él venía una chica rubia que había visto antes en el local y para desgracia de ella, iba a ser víctima de un brusco interrogatorio.

Claro que había sentido las intensas fermonas del omega pálido que le volteó sin lastimarla o hacerle algo brusco, tan solo era para que estuvieran de frente — ¡¿Dónde se supone que estaban ustedes?! ¡Dejaron que eso pasara! — exclamó el pálido alterado quizás al borde del llanto por la rabia que la situación le causaba pero no iba a llorar, respiro profundo y desvío la mirada — ¿Por qué tardaron tanto?

ChaeWon mantenía sus labios entreabiertos buscando darle una respuesta a ese pobre chico pero ella estaba igual que él, estaba preocupada por JungKook y por el uso que tendrían esas fotos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y tan solo negó lentamente — L-Lo lamento tanto, tanto...

YoonGi respiro con fuerza, SeokJin había sido testigo de toda esa escena por lo tanto no tardó en poner al más pequeño entre sus brazos — Nadie tiene la culpa de lo que ocurrió... Nadie lo veía venir, JungKook estaba solo trabajando al igual que ChaeWon y Lalisa — trató de calmarlo acariciando su espalda — Veremos cómo pero lo haremos salir de esto ahora mismo, lo que él necesita es a ti ¿Si?

El aroma de YoonGi se suavizo, cosa que incluso bajó la tensión de ChaeWon. El pálido asintió sobre el pecho de SeokJin para después separarse y suspirando mientras tomaba el llavin de la habitación de JungKook, se atrevió a entrar cerrando la puerta a sus espaldas.

SeokJin miró a la pequeña chica frente a él que se veía tan afectada como YoonGi — Gracias por preocuparte, ChaeWon-ah — agradeció a lo que ella asintió — Te mantendremos al tanto, por favor ve a casa a descansar.

Iban a ser días difíciles ¿Acaso el destino no podía dejar tranquilo a JungKook?

Al entrar lo primero que vio YoonGi fue a JungKook mirando hacia la ventana. Buscó con la mirada el celular y se encontraba seguramente apagado sobre la mesa de noche. Suspiró de forma silenciosa y caminó hasta el menor, tomando asiento a su lado en el esponjoso colchón de su cama.

— Hola — fue lo único que dijo viendo también a la ventana. Era una vista del vecindario y el cielo que se veía tranquilo esa noche.

JungKook volteó la cabeza para poder ver a su mejor amigo y así YoonGi aprecio lo hinchados que estaban sus ojos oscuros, la débil sonrisa que adornaba sus labios carmín por el maquillaje que usó en el local para ese turno, también el que estaba corrido debajo de sus orbes.

— Hola, hyung — saludo suavemente pero su voz sonaba cortada, ahogada y a YoonGi le rompía el corazón volver a verlo de esa forma.

No soportó más y enredó sus delgados brazos en la anatomía de JungKook, apretandolo contra su cuerpo — Hyung esta aquí y nadie te hará daño. SeokJin y yo vamos a cuidarte.

JungKook no quería llorar más frente a YoonGi, había hecho pasar por mucho a su mejor amigo con sus dramas personales pero simplemente se deshizo entre sus brazos — Y-Yo no puedo creer que e-ella me deteste tanto, hyung, ni siquiera le gusto a TaeHyung, no lo entiendo — desesperado le decía entre lágrimas, su cuerpo sacudiendose ante los sollozos.

🍥🍥🍥

Había pasado el fin de semana, JungKook no se iba a dar el lujo de faltar a clases de nuevo, había sido mucho martirio la última vez y aunque su bienestar mental era importante, nada iba a superar aquel atraco de su celo en el local. Se sentía fuerte aunque tenía ganas de llorar al sentir las miradas y susurros de todos a sus espaldas.

Tenía que respirar profundo aunque YoonGi se encargaba de dar mortales y frías miradas a todo aquel que se le cruzara mientras mantenía un café en su mano que apretaba cada tanto.

— V-Vas a quemarte, hyung — balbuceo en voz baja el menor mirando como las venas estaban a punto de escapar de las grandes manos de YoonGi quien no respondió a la preocupación de JungKook — Por cierto... ¿A dónde nos dirigimos?

Según JungKook habían estado caminando sin rumbo en la hora de descanso que tenían en común pero YoonGi tenía otro plan en mente — Vamos a Mercadotecnia — le dijo.

El menor parpadeó confundido ante la aclaración que no hizo más que perderlo — Ni tú ni yo llevamos esa clase.

Sin embargo era tarde para decir algo más, ya estaban frente al salón, en la entrada y sin nada más que mediar, YoonGi simplemente abrió la puerta, JungKook pensaba que era para una consulta pero al escuchar el maestro pedirle al pálido que saliera de su clase supo que no era así.

Entonces vio a YoonGi dirigirse hasta Jennie, en aquella clase también estaba TaeHyung pero le preocupaba más lo que haría su mejor amigo que sin nada que decir a la fémina de cabellos castaños, volteó el vaso de café negro - que para su suerte no estaba demasiado caliente si no tibio - sobre sus mechones que se notaban estaban recién planchados.

— Ten buen día, pequeña perra — sin más que decir, deshecho el vaso también a la cabeza de la chica y emprendió su camino a la salida — Y si profesor, luego vengo por mi castigo — hizo ademanes con su mano como si aquello tuviese menor importancia para así tomar del brazo a un sorprendido JungKook y salir de aquel pasillo.

shy ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora