La noche había caído y eso significaba que era el final de su turno. Terminó de retirarse el maquillaje frente al espejo con una toalla húmeda y volvió a lavarse la cara, le era incómodo tener maquillaje pero al final se estaba acostumbrando, lo único que le gustaba portar era el gloss pero de nada le servía ponérselo si iba saliendo.
Se colocó un abrigo, la noche se ponía bastante fresca y era sensible en cuánto a los resfriados, sus compañeras se habían comprometido a cerrar el establecimiento — Bien, hasta mañana — se despidió con una sonrisa y el par de omegas saludaron como respuesta.
— Ten cuidado en el camino — le dijo la rubia a lo que asintió sin mucho problema con una pequeña curvatura deslizándose en sus labios.
Salió del local haciendo sonar la campanilla y para cubrir sus prendas que había tenido pereza de cambiar, se acomodó mejor el abrigo. Las calles estaba un poco oscuras, no eran un barrio demasiado concurrido pero si estaba algo cerca de la universidad, bastante estratégico había pensado, su tío estaba interesado en captar un publico joven y vaya que lo había hecho bien.
Su sentido del olfato no estaba a su cien de cien por los supresores que tomaba pero pudo percebir una esencia bastante conocida que le hizo casi corretear por un escondite casi de inmediato.
Era el olor de TaeHyung.
Estaba a unos metros pero no podía identificar si iba tras de él o estaba más adelante aunque cuando escuchó su profunda voz, supo que estaba detrás e iba acompañado, el aroma ácido le hizo arrugar la nariz.
Era como mandarina pero no especialmente dulce, al parecer Jennie no estaba con muy buen humor.
— Bien, entonces partiré por mi cuenta desde aquí — escuchó que la omega decía, bastante molesta recibiendo un resoplido del castaño.
Se terminó por asomar aunque sabía que estaba un poco mal espiar a la gente. Observó como TaeHyung llevaba su cabello hacia atrás, el olor a molestia e irritación también se podía sentir en él.
— No soporto cuando insistes con el tema, Jenn — replicó casi con suplica — No deseo marcarte, mis sentimientos por ti no son así de fuertes y estamos muy jóvenes como para comprometernos de esa manera — le explicó. A pesar de que su olor le delataba, le hablaba a la chica de la forma más tranquila que le era posible — Hoy puedo ser yo, hoy puedes ser tú pero mañana ¿Qué? Nos faltan muchas personas por conocer, por algo no siento algo demasiado fierte por ti, es un no, te lo he dicho de muchas maneras.
A Jennie le temblaba el labio inferior y no podía ni dirigirle la mirada — Me voy — fue lo único que respondió y pasó del castaño dejándolo parado en medio de la calle.
Bueno, había escuchado suficiente y no tenía ni la menor idea de como salir de aquel callejón sin llamar demasiado la atención del castaño, tampoco debió quedarse a escuchar, lejos de sentirse bien, se sentia culpable y apenado por la omega que parecía tener bastante interés por TaeHyung.
Y había vivido con la ilusión de que Jennie sería la omega qur TarHyung proclamaria como suya, ahora mismo no tenía idea de como sentirse.
— ¿Alguien anda ahí?
Y la voz de TaeHyung se volvió a escuchar y se preguntaba como demonios le había descubierto, se supone que su olor no podía percibirse de otra forma hubiese tenido bastantes problemas con los alfas que frecuentaban la tienda.
— Diosas, Diosas, Diosas — susurró lo más bajito que pudo entrando casi en pánico colocando sus manos en su boca.
¿Qué iba a decirle a TaeHyung si lo descubría?
Escuchó los pasos aproximarse, era obvio que lo iba a encontrar entonces en medio de tantos nervios, algo útil se le ocurrió finalmente. Salió del pequeño escondite, levantó la tapa del basurero que estaba en el mismo lugar y rebuscando en los bolsillos de su abrigo, encontró una envoltura de un dulce.
— ¿JungKook? — preguntó el castaño extrañado pero no tardó en sonreír cuando tuvo los brillantes ojos oscuros a su dirección — ¿Qué haces por aquí? — cuestionó escuchandose feliz.
¿Feliz por verlo...? Se preguntaba el azabache mientras sus mejillas se teñian de rojo.
Terminó por cerrar con un poco de torpeza el contenedor y su sonrisa tembló un poco llevando uno de sus mechones tras su oreja respirando profundo — hyung, hola — carraspeo su garganta, el olor de TaeHyung se hizo algo más intenso mientras se acercaba hasta él — I-Iba de camino a casa porque, porque... — relamio sus labios deseando dar una buena excusa.
TaeHyung alzó una de sus cejas en espera — ¿Por qué...? — curioso inquirió acercandose un poco más al azabache que estaba a punto de darle un ataque cardíaco.
Si antes su esencia era casi imprescindible, las emociones del momento hicieron que se vuelva un poco más fuerte, de forma discreta, TaeHyung olfateo el aroma a cerezas.
— Estaba haciendo unos, unospequeños pendientes de mi madre, hyung, eso, eso — asintió muchas veces.
TaeHyung no le quitaba la mirada de encima — ¿Solo usas tus lentes en la universidad? — atacó de nuevo o bueno, JungKook lo tomó como un ataque, el castaño en todo momento fue bastante amable, incluso a pesar de la discusión que había presenciado, estaba muy feliz.
El pequeño omega quedó con las palabras en la boca, sus mejillas parecían un par de tomates y su mirada vagaba hacia cualquier lugar que no sea en TaeHyung — M-Mh, si, a veces me pongo lentes de contacto — no era del todo mentira aunque no fuera su cosa favorita del mundo usarlos.
TaeHyung asintió ante la respuesta y extendió su mano hacia JungKook quién la miró esperando a que el mayor dijera algo — Bueno, ¿Te acompaño a casa? Sería lindo tenerte de compañero esta noche que no ha sido de las mejores — aunque lo que le contaba sonaba desafortunado, JungKook admiraba como esa bonita sonrisa no se borraba de los labios del alfa.
Con su corazón latiendo fuerte, tímidamente colocó su mano con la ajena en señal de aceptación a la invitación — M-Me encantaría, intentaré que tu noche no sea del todo mala, hyung.
TaeHyung empezó a caminar, observó el perfil de JungKook — Con el solo hecho de encontrarte a mitad de camino ya es un paso — mencionó y volvió su mirada hacia el frente, la mano de JungKook se sentía un poco pequeña y temblorosa, afirmó el agarre — Por cierto, tus ojos son bastante bonitos, JungKook, es primera vez que te veo sin los lentes.
El azabache sentía que en cualquier momento iba a desmayarse, su cara se sentía demasiado caliente ¿Dónde quedó la pena y culpa? Bueno, todo se le olvidó desde que Kin TaeHyung le había recibido de la forma más dulce.
— G-Gracias, hyung — susurró por lo bajo disfrutando del apretón que había entre sus manos mientras vagaban por la solitaria calle con destino a su hogar.
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shy ➳ taekook
Fanfiction━ ❝ Es mi fin si se llega a enterar❞ JungKook es un omega que lo tiene todo, un mejor amigo, estudia en una de las mejores universidades de Seúl y la carrera que le gusta, no era un fenómeno de la popularidad dentro de la facultad pero eso estaba b...