Según un documento que había enviado la universidad, los hermanos Lan estaban en la habitación que Wei Wuxian tenía delante. La última vez que había visto a Lan Wangji había estado huyendo del parque como si nadie se estuviera dando cuenta de Jiang Cheng y su despertar tan característico. Recordando el enfado de su hermano le volvieron a venir a la mente sus teorías del corazón. Eran igual de alocadas que las que confirmaban que la tierra era plana. No pudo evitar que se le escapara una risa ahogada, pero después de aquello decidió por fin llamar a la puerta.
Después de escuchar algunos pasos por la habitación Lan Xichen se presentó bajo el umbral. Como no esperaba visita se tomó un tiempo antes de sonreírle y decirle:
―¡Wei Wuxian!. ¿Pasa algo?―le preguntó. Tras una pausa asintió con la cabeza como si acabara de resolver un problema matemático complejo―Vienes a ver a Lan Zhan imagino, ¿no?.
Aunque para cualquiera sería bastante obvio si se presentara un amigo con el que no tenías amistad, el simple hecho que lo hubiera pensado tan deprisa le causo cierta impresión a Wei Wuxian, que añadió:
―Sí, es bastante urgente, ¿está contigo?― le preguntó mientras se fijaba en el interior de la habitación vacía.
Lan Xichen, miró hacia la izquierda:
―Está tomándose un baño, pero puedes pasar y esperar a que termine. Ya que te quedas aquí, si me puedes ayudar a hacer la cama mientras voy a hacer unos recados te lo agradecería muchísimo.
Debía de haber pocas personas en el mundo que limpiaran las habitaciones del hotel si ya había un servicio que lo hacía. De todas formas parecía muy propio de los Lan, por lo que hizo el trato con él y pasó mientras Lan Xichen se iba.
Lo primero que hizo fue mirar a los alrededores. La habitación no parecía haber sido ocupada: los muebles estaba vacíos y por alguna razón más brillantes que los de la suya. Lo que sí que le llamó la atención fueron unos cuadernos apoyados en un cajón que al ser negros se confundían con una sombra. Aunque algo en su cuerpo le decía que no los cogiera, otra parte ya se había movido a ojearlo. Por el estilo, estaba claro que pertenecían al prestigioso Jades. Sus trazos, como ya había visto en el taller, estaban moviéndose a todos lados. Ellos gritaban. Se maleaban. Escapaban. El espíritu del artista estaba desesperado, pero ante la vista de todos, se encontraban bellos bocetos. Cuantas más páginas pasaba, más le llamaba la atención el contraste. No solo era el mar sereno frente a la tormenta más fuerte, ni si quiera el artista contra su obra, lo que llamaba la atención era la belleza de lo representado y lo salvaje de los trazos que lo formaban. Era como si muchas cosas horrendas formaran la imagen de un bello paisaje.
Llegó a la conclusión de que debía de ser un cuaderno muy personal. El estilo profesional de Lan Wanji no mostraba nunca ningún signo de agresividad. Por las exposiciones que había visto este se inclinaba mucho por el arte tradicional chino, especialmente la pintura a tinta negra. Como decía el maestro Shi Tao, Lan Wangji se había convertido en el bambú, en el paisaje, en las nubes, en la gente, en el vacío mismo de la obra. Wei Wuxian entonces se preguntó que porqué habría esa diferencia tan grande entre sus cuadernos y las exposiciones. No podías pintar arte tradicional mintiéndote a ti mismo, pero en los bocetos más salvajes también se apreciaba su estado y su espíritu más sincero. ¿Serían ambos ciertos? ¿Tendría este artista la capacidad de multiplicar su estado?. Wei Wuxian entendía la filosofía detrás de la pintura tradicional, sin embargo, nunca se le había ocurrido la posibilidad de que el artista pudiera ser dos personas a la vez. Y es que, si cultivabas un mismo camino toda tu vida, ¿no estarías en realidad cultivando varios según cambiaras?. Sin duda, eso no era un ejercicio que cualquiera pudiera hacer, lo que demostraba de sobra quién tenía que ocupar ese puesto en la exposición universal. Además, Wei Wuxian no estaba especialmente interesado en la pintura tradicional china. Y al final, el único más cualificado de la universidad para representar al país y su cultura milenaria era Lan Wangji. Si en algún momento había tenido indecisión, ese cuaderno le acaba de confirmar lo que venía pensando. No iba a robarle el puesto a nadie.
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100 de 100 | Mo Dao Zu Shi | Universidad AU (Wangxian) ((PAUSADA))
Fiksi PenggemarLan Wangji siempre ha sido el número uno de la facultad de bellas artes. Pero, por primera vez alguien que no conoce llamado "Wei Wuxian" se ha convertido también en el número uno, teniendo así que compartir el puesto. ¿Qué pasará cuando se vean car...