El Fénix [W]

El Fénix [Wigetta] #26

El grito aquel había despertado a Guillermo de su sueño, había hecho que este abriera los ojos de manera brusca y pudiera reconocer aquella tosca voz.

—¿Samuel? —dijo Guillermo frunciendo el ceño.

—¿Cómo que Samuel? —contesto Santiago.

—¡Si! Samuel, he escuchado un grito, y juro que era él.

—¿Te has fumado algo? —pregunto Santiago mirándolo a los ojos de manera directa.

Guillermo estaba seguro de que aquel grito había sido producido por Samuel, su voz quebradiza era reconocible.

Santiago parecía estar seguro de que no pasaba nada, ya que él se imponía como una persona fuerte con un carácter único. Él, parecía que tenía todo bajo control.

—¡Vino de este lugar! —dijo Guillermo tratando de abrir una puerta color marrón que estaba a la derecha de él.

—¿Qué haces hijo? —pregunto Santiago imponiéndose enfrente de Guillermo.

—Trato de abrir esta puerta, escuche la voz de Samuel.

Guillermo abrió la puerta, solo se encontró con un escritorio viejo y unas cuantas cajas echas pedazos…pero no solo eso, había gotas de sangre en el piso.

—¿Esto es sangre? —dijo Guillermo al agacharse y tentar la sangre—. ¡No esta seca! Guillermo mostro una cara de confusión—¡Qué hiciste con Samuel?—pregunto Guillermo de grito.

Santiago, el padre de Guillermo, se encontraba contra la pared siendo atacado por su propio hijo.

—¡Yo no hice nada! ¡Fue el! —grito Santiago.

—¡A mí no me mientes! —contesto Guillermo fríamente.

Guillermo tenia sostenido a su padre en las alturas, tenía su brazo en su cuello y su sostenía su cuerpo con fuerza en la altura.

Santiago sentía la presión del brazo de Guillermo, temía a que Guillermo se le ocurriera hacer algo completamente erróneo.

—¡No le he hecho nada! —exclamo con brutalidad aquel que se hacía llamar padre de Guillermo.

—¡Eso es sangre! Hay muchas pruebas que me dicen que tú le hiciste algo. —Guillermo estaba perdiendo la paciencia—. ¿Dónde mierdas esta?

Guillermo se encontraba con una navaja peligrosa en su mano derecha, la tenía pegada a la parte inferior del cuello.

—¡Me dirás donde esta o esta navaja ira directamente a tu cuello! ¡No me importa que eres mi padre, con esto que estás haciendo no sé si podre llamarte así! Santiago. —Guillermo comenzaba a enfardarse y querer hacer una locura.

Santiago se encontraba indefenso ante su hijo, este tomaba la navaja y la postraba contra Santiago ya comenzaba a rosar con su piel.

—¡Esta pasa esa puerta, quita las cajas! —Santiago exclamo al sentir el metal helado de la navaja.

—¡Guíame! —grito Guillermo.

Santiago se encontraba moviendo las cajas color marrón que tapaban aquella pequeña puerta para ir a dar al lugar donde Samuel se encontraba. Tal vez Guillermo era tonto y un poco débil, pero cuando se trata de la persona que más quiere él hace lo posible para salvarla y ayudarla.

Guillermo había entrado en aquel pequeño agujero que lo llevaría hacia donde estaba su amor, su vida.

—¡Samuel! —grito Guillermo al ver a Samuel tirado y sangrando.

—¡Esta muerto! —exclamo Santiago con una risa sarcástica.

Guillermo se había introducido en la pequeña habitación donde estaba Samuel encerrado, no había tomado en cuenta que había una puerta que se podía cerrar.

—¡Eres maricon! ¡Te morirás igual que ese maricon de tu novio! —Santiago había cerrado la puerta donde Guillermo se había introducido para salvar a su novio Samuel.

Santiago no parecía ser padre de Guillermo, ¿Qué padre quiere matar a su hijo por ser gay?

—¡Padre! —dijo Guillermo echando un escupitajo en la cara de Santiago—. ¡Moriré pero con Samuel!