El Fénix [W]

➳El Fénix [Wigetta] 14

La respuesta de Samuel era indecisa, su situación ahora mismo estaba en la cuerda floja, sufrió demasiado y no estaba lo suficiente listo para llevar una relación a otro nivel.

Sus ojos brillaron pero al mismo tiempo se opacaron, sus manos temblaban y sus labios no dejaban dejar salir la respuesta.

Samuel, separo su mano de las de Guillermo, agacho la cabeza y con un murmuro soltó el ‘’No’’

Guillermo no entendía con claridad la respuesta de Samuel y decidió preguntar de nuevo.

—¿Te quieres casar conmigo… Samuel?

—No —murmuro Samuel.

Guillermo dio unos pasos hacia atrás y dejo caer el anillo. Las olas azotaban contra el muelle y el viento comenzaba a soplar aún más fuerte.

—¿No? —Guillermo saco la cabeza hacia enfrente mientras por su ojo corría una lágrima—. ¿No?

Samuel agachaba su cabeza y miraba el suelo de manera borrosa.

—¡Esto… me ha tomado de sorpresa! —exclamo Guillermo con un nudo en la garganta.

—Guillermo…

—¡Cállate! —exclamo con brutalidad interrumpiendo a Samuel—. ¿Sabes qué? Quédate solo me largo.

Samuel estaba sorprendido esta manera tan fuerte en la que Guillermo le respondía lo inquieta.

Él trato de detenerlo pero la brutalidad de Guillermo no dejaba que Samuel lo lograra.

—No me toques —dijo Guillermo al ver que las manos de Samuel se aproximaban a él.

Samuel retiro su mano y dejo que Guillermo se fuera. Samuel quedo varado solo en el restaurante, comenzó a sentirse mal por lo sucedido y decidió pedir la cuenta, ya que Guillermo se fue sin pagar.

—¡Disculpe! —exclamo Samuel desde el cristal.

—¿En qué le podemos servir? —pregunto el chico ojos azules con cabello rubio.

—Quiero la cuenta por favor.

—Okey, ahorita mismo se la traemos —contesto el chico de buen manera mientras se iba a su puesto y sacar factura de lo consumido.

—Aquí tiene —dijo este dejándola en la mesa.

—Gracias —contesto Samuel.

—¡$6000! —exclamo Samuel.

La saliva de Samuel pasó por su garganta, él quería imaginarse como iba a pagar cierta cantidad…

El añillo de boda seguía tirado en el suelo, Samuel no dudo en agarrarlo… tal vez esto lo sacaría de este apuro.

—¿Listo señor? —pregunto el chico ojos de color.

Samuel volteo a verlo y con su cara dijo no.

El chico tomo asiento en aquella mesa donde el viento soplaba fuerte y las olas se estrellaban en el muelle.

—¿Qué pasa? —pregunto este.

Samuel respiro profundo y comenzó a contar todo a un completo desconocido.

—Mira… Yo soy gay, y cuando me peleaba con mi ex novio yo lo que hacia es que esperaba a que el me viniera a rogar… No dejes que él te quiera controlar y te quiera obligar  casarte, si tu no quieres él no tiene ningún derecho a forzarte a hacer algo que no estás preparado o simplemente no estás listo.

—Pero…

—¡Pero nada! —dijo el chico interrumpiendo a Samuel.

Samuel respiro profundo y en su mente el ‘’No’’ seguía causándole problemas.