El Fénix [W]

El Fénix [Wigetta] #25

La sangre de Samuel se escurría por sus brazos y su boca, sus ojos estaban tornados color lila de tan maltratado que estaba.

Santiago soltaba risas malvadas como si fuera un demente suelto, él había agarrado la sangre de Samuel y había  puesto ‘’Maricón’’ en la pared.

—¡¿Estás muerto?! —exclamo Sebastián con una pequeña risa marcada en su labios.

Samuel no respondió a la pregunta tan estúpida de Santiago.

El celular de Santiago volvió a sonar.

—¡Bueno! —contesto Santiago.

—¡Padre! ¡Me cortaste la llamada! ¿Estas con Samuel verdad? —Guillermo se oía triste a través del celular.

—¡No! No estoy con él. —Santiago miraba el cuerpo de Samuel tirado en el piso.

—¡Dime la verdad! —exclamo Guillermo casi sollozando.

La línea volvió ser cortada por parte de Santiago.

Guillermo estaba tirado en la cama soltando varias lágrimas, al mismo tiempo gritaba y quería saber dónde se había metido Samuel.

—¡Mamá! —exclamo Guillermo desde su habitación.

—Mande hijo. —su madre se acercó—. ¿No has sabido nada de Samuel hijo?

—¡No! Sospecho que mi padre tiene algo que ver con esto. —la voz de Guillermo se quebraba—. ¿Le dijiste lo de mi relación con Samuel?

—No… tu padre…es homofóbico. —el silencio invadió la habitación—, por eso yo nunca le diría sobre tu relación con Samuel, él puede correr peligro estando cerca de tu padre.

—¡¿Y nunca me dijiste de su homofobia?! —exclamo Guillermo.

—Hijo, yo como iba a saber que nos vendrías a presentar a tu pareja. —su madre comenzó a asustarse un poco.

—Pero…  —Guillermo miro a los ojos a su madre—, ¡Olvídalo!—. ¿Dónde está mi padre? —pregunto Guillermo.

—En su oficina —dijo su madre.

Guillermo empezó a pensar y recordó la oficina de cuando su padre lo llevaba a jugar y prestarle la computadora.

Guillermo iba a la oficina de su padre, donde se suponía que él estaría ahí.

Guillermo iba pensando en donde podría estar Samuel, tal vez su padre tenía que ver con esto de su desaparición y del grito que curiosamente oyó cuando estaba en comunicación con su padre.

Esto parecía una película de acción donde Guillermo tal vez sería el héroe de esta, pero ya poniéndonos serios, Samuel seguirá recostado y seguida escurriendo sangre.

Guillermo llego a la oficina en menos de 20 minutos, no estaba tan lejos de la casa de Guillermo hasta la oficina.

Guillermo toco la puerta.

—¡Padre! —grito Guillermo desde afuera.

Santiago, escucho el grito y supo enseguida que se trataba de su hijo, Guillermo.

Santiago agarro una manta y cubrió a Samuel, pero esto no sirvió mucho, ya que la sangre se marcó en la manta dejando ver que algo estaba sangrando debajo de ella.

—¡Hijo! ¿Qué haces aquí? —abrió la puerta Santiago.

—Vine a buscar a Samuel, pero antes quería pasar por tu oficina.

—¿A mí oficina? —pregunto Santiago.

—¡Sí! Oí un grito nada lindo salir de este lugar cuando estaba hablando contigo por celular.

—¡Te dije que fue un puto gato hijo! —exclamo con nerviosismo Santiago.

—¡El fénix! —un grito retumbo el silencio de ambos.