" -¿Promesa? -Promesa"

Lo siento

CAPITULO DOCE

“LO SIENTO”

No sé cuánto tiempo había pasado, me sentía destruida, no sé qué era peor…Que Nathan no sea mi primo o que todos me hayan mentido, una melodía lleno mis oídos, genial los vecinos escuchaban “Now you Know” de Hilary Duff, ¿Qué era esto? ¿La parte triste de una película con su canción de fondo?, me seque las lágrimas tratando de calmarme, mis manos temblaban, aún tenía muchas preguntas pero no estaba preparada para escuchar sus respuestas.

“¡Por qué me gustas tonta!” Las palabras de Nathan resonaron en mi mente de nuevo, haciéndome temblar aún más, ¿Cómo podía gustarle? El mismo me ha dicho lo horrible y gorda que soy, ¡Hicimos un pacto de sangre! ¡Me hizo quedar muy mal  frente a Matt! ¿Y dice que yo le gusto? No sé mucho sobre esto, pero sé que las personas enamoradas no tratan así a la persona que les gusta.

Solté un suspiro, mi estómago gruñía pero no quería enfrentarme a la realidad, abrí la puerta despacio, me asegure de que no haya nadie y bajé, abrí el refrigerador y saqué la leche y me serví un poco en un vaso.

-Ana…

La voz de Andrés me sobresalto, y termine regando un poco de mi leche en el mesón

-¡Andrés me espantaste! ¿¡Que estás haciendo aquí?!—pregunte mirando el reloj, eran las dos de la mañana.

-Lo siento, pero me entere de que…de que ya lo sabes…--murmuro apenado mirando el suelo.

Lo mire fijamente dejando de secar el mesón—Me mentiste—fue lo único que respondí

-Lo sé

-Tú me mentiste cuando eres el primero en decir “Que hay que decir siempre la verdad” ¡Incluso Viviana que es la más Vivi!—exclame sin creerlo.

-Tienes que entender, solo tenías seis años

-¿Y? Nathan tenía siete, ¡Solo es mayor por un año!

-A Nathan se le murieron sus padres, era obvio que él tenía que saber, no fue su elección—dijo fríamente y luego soltó un suspiro como calmándose y yo apreté mi  mandíbula mientras continúe secando el mesón sin decir una palabra.

-Escucha Ana…--comenzó de nuevo acercándose a mí pero yo retrocedí dos pasos—No era nuestra intención en serio.

-Me siento excluida, se supone que formo parte de esta familia, ¿Cómo es posible que me ocultaran algo tan grave? Yo hubiera entendido la situación, incluso si era pequeña… ¡¿Por qué rayos no me lo dijeron después?! Pronto cumplo los diecisiete Andrés, ¡Los diecisiete! ¿Acaso aun no tengo la edad para comprenderlo?

Andrés me miró fijamente culpable—Ahora ya lo sabes…

-¡Por qué a Collen se le salió! Si es que ese es su apellido…

-En realidad mi apellido es Hayes

La voz de Nathan me asusto y deje caer el trapo con el que secaba el mesón

-Nathan…--murmuro Andrés—Ana y yo…estábamos…

-¿Puedo hablar con ella?—pregunto Nathan

-Bueno…es un poco tarde…

-Solo serán unos minutos

Andrés asintió y le dio unas palmadas en el hombro mientras me daba un beso en la cabeza—Hablaremos mañana—me susurro mientras subía las escaleras e iba a la habitación de invitados