Te Amo

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Seth

Me levante de mi asiento y revise nuevamente la máquina de los signos vitales. Suspiré, todo estaba estable.

La puerta se abrió de repente, Blake junto a Travis entraron a la habitación. Los mire con la ceja alzada, no caería de nuevo con sus mierdas de somníferos.

—Baja la guardia fiera. —alzó las manos inocente Blake. Rodé los ojos y me volví a sentar en mi lugar de siempre. A lado de mi amada Lottie

—La señora Caroline te trajo comida. —aviso Travis. —Nos pidió que te lleváramos. —hice una mueca. No tenía apetito y sobre todo no quería alejarme de ella. —Y de paso te das una ducha después de comer. —añadió.

—Ya sabes la condición que te pusieron los padres de Charlie para que te puedas quedar aquí. —me recordó. —No se quedará sola, Travis se quedara aquí cuidandola y bueno Elliot que aviso que estaba llegando. —debatiendo si ir o no, fui empujado hacia la salida.


—Cuidala, volveré rápido. —salí de la habitación.

Lo mire mal, pero no hice nada. Fui a encontrarme con mi suegra. No quería que nuevamente me impidieron la entrada a verla luego de que notarán que casi no comía. Suspiré rendido.

Llegue a la cafetería y no tarde encontrar a la progenitora de mi novia sentada con unas bolsas sobre su regazo. Me apresure a llegar a ella.

—Mi niño. —beso mi mejilla y me abrazo. —Traje un poco de comida. —comenzó a sacar de las bolsas que traía consigo muchos reposteros llenos de comida. Eso no era para nada un poco.

—Alimentelo señora Caroline. —bromeó. —Qué después no lo hace. —me acuso de manera infantil logrando que mi suegra riera. Sonreí de lado, era un idiota.

—Más tarde cuando comience la hora de visita puedes ir a casa a dormir. —dijo. —Mi esposo y yo la cuidaremos.

—No hace falta, yo estoy bien.

—Seth. —soltó un suspiró —Ya hablamos de esto.—Nosotros queremos estar con ella así como tu lo estás. No te preocupes, cualquier cosa que suceda te llamaremos enseguida. —me ofreció una pequeña sonrisa tranquilizadora.

—Si, anda a dormir. Todos los chicos estarán aquí.—comento con la boca llena mi amigo. Rodé los ojos y asentí despacio.

—Yo... Esta bien.

Comencé a comer bajo la atenta mirada de ambos. Respire profundo y me concentre en pensar en mí pequeña Lottie. No quería separarme de ella en ningún momento.

Temía perderla.

Temía que me la arranquen de los brazos.

Una vez que termine de comer, agradecí por la comida y me levante para ir al baño del hospital asear me un poco. Lave mi rostro y mis dientes. Blake había traído consigo mi cepillo de dientes. Una vez que estuve medio presentable fui hacia mi pequeña Lottie.

Revise mi celular y tenía demasiadas llamadas perdidas de mi hermano. Fruncí el ceño, que había sucedido.

Blake iba a decir algo, pero recibió una llamada. Me di una mirada de disculpa para contestar su teléfono después. Asentí y le adelante a llegar a la habitación.

Furia Black #1.5 Cristal GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora