Cap 5 - Un aliado

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Mai: ¿Los príncipes de Raolet estuvieron aquí? Eso quiere decir que la separación no fue hace muchos años.

Mika: Uh no, fue hace unos dos o tres años.

Esa parte de la historia dejaba nuevas cuestiones, pues nunca se mencionó nada sobre los términos en que se encontraban los reinos y ahora que estaba cambiando la historia, ¿podrá existir una posibilidad de venganza en contra de Raolet? Si eso fuera posible, entonces no importará que hiciera, sin importar el camino caerían en el mismo final...pero, en caso que lograra jugar en una postura neutral y ayudará a mejorar el vínculo de ambos reinos, se extendería dicho tiempo.

Mai: (Mikael es un hijo ilegítimo, sin importar que, lleva sangre del rey de Cacilius y en cierta parte podría ser candidato a tomar el trono; es peligroso ya que tendría que quitar a la competencia e tener a favor a la sociedad). Joven Mikael, esto puede sonar fuera de lugar pero, ¿el rey sigue vivo?

El sorbo de café se detuvo de parte del contrario, observandola con cierta preocupación o quizás temor a ponerla en peligro al tener información la cual pudiera ser sentenciada a muerte. Con su mano realizo un ligero movimiento, señalando que se acercara a él lo suficiente para que nadie más escuchará.

Mika: ...Se cree que el rey murió en la invasión pero eso es falso, sigue vivo, escondido en alguna parte del castillo donde le da indicaciones a su mano derecha junto con su hija. Ni siquiera yo lo he visto pero hubo una mucama que logró apreciarlo entre la oscuridad. Aparte, la princesa casualmente está demasiado interesada en las riquezas al igual que Raolet.

Mai: En pocas palabras, ¿es un títere del rey?

Mikael negó con su cabeza a dicha pregunta, cerrando los ojos un momento y recordar una imagen más clara de la princesa, su media hermana. Una cabellera cobriza, ojos verdes iluminados y una sonrisa realmente tenebrosa, llena de egoísmo, avaricia, burlesca, era realmente molesta.

Mika: Le recomiendo no acercarse a ella si llega a toparse la. Entonces, ¿gusta visitar los orfanatos?

Mai: Entiendo...(si lo dice de esa manera, me da más curiosidad conocerla pero todo será a su debido tiempo). Te tengo una propuesta, sin embargo, quiero saber tu postura, si Cacilius y Raolet entrarán en guerra, a quién apoyaría?

Mika: Que pregunta más ridícula, es obvio que Cacilius, ¿quién no defendería su hermosa tierra? Aparte, si viera de nuevo a esos príncipes, los pondría en su lugar...

La joven le tomó las manos sonriendo al escuchar la primera parte de su respuesta, eso era determinación, valor, un poder que necesita un rey para estar en el trono.

Mai: Tienes razón en cierta parte, por eso mismo tengo una idea; antes de decirla quiero dejar algo en claro -"no puedes cambiar el exterior hasta cambiar tu interior"-. Debes cambiar ese pensamiento, ponte en el lugar de Raolet, un reino amigo que los traicionó de repente y deseaba arrebatarles lo suyo, ¿acaso no lo detendría? No quiero cambiar tu postura, me gusta, no obstante debes pensar claramente; ahora, Cacilius necesita un mejor rey, algo más prometedor, tu tendrías una parte de dicho poder por tu sangre.

Mikael estaba sin palabras por lo que escuchaba de la joven señorita pacifica e medio despistada, claramente hablaba de un derrocamiento interno. Para tal poder, tendría que quitar al rey junto con la heredera.

Mika: Maira espera, ¿te estás escuchando? Estas diciendo que deberíamos vaciar el trono. Eso es traición.

Mai: Estoy consciente, pero no habría problema si aquel que traiciona se sienta en el trono. La situación de Cacilius es crítica, el rey avaricioso busca venganza y no logra observar que esa misma avaricia está matando a su puebl...

Mika: Que sea avaricioso no lo pone en desventaja, sigue teniendo la mayor parte del poder.

Mai: ¿Entonces cuánta gente inocente debe morir? Los recursos van de bajada, tu mismo lo has dicho, incluso el ambiente que desprenden es lamentable, ¿los dejarás así? ¿A qué le tienes tanto miedo?

Maira estaba molesta, al grado que dio un golpe leve en la mesa mirándolo fijamente a los ojos, esto provocó un estremecimiento en el joven quien solo bajo la cabeza cubriendo su rostro y guardando silencio. ¿Por qué alguien de afuera quería ayudar los? ¿Cómo ella era capaz de hablar le así? Soltó un suspiro poniéndose de pie y dejando el pago en la mesa, dando unos pasos hacia la salida, fue detenido por esta misma quien le obstruyó el paso.

Mika: Maira...no puedo, sigue siendo mi padre.

Mai: No puedo entenderte, ¿quieres cambiar las cosas sin cortar la raiz podrida? Eso es lo que llamas ridículo, es aquí donde veo que te falta superación...hasta el príncipe Alexander tiene dicha determinación sin importar como sea.

El joven quedó perplejo, esa comparación le había dolido demasiado, le estaba dejando en claro cómo aquel príncipe se encontraba sobre él; no permitiría ser la sombra de Alexander, no del tirano oscuro.
Sujeto a Maira de los hombros, encajando las uñas y acercando su rostro poco a poco, aún manteniendo el rostro arrugado por aquel comentario.

Mika: No me hables de él, menos me compares, no nos parecemos en nada, ¿sabes por qué? Porque no soy un idiota que esconda sus sentimientos.

Sujeto el mentón de la joven, elevando  su rostro lo adecuado para besarla en los labios depositando un beso lo suficiente empalagoso, disfrutando cada segundo la textura suave de ella junto con su sabor dulce. Maira cerró sus ojos frunciendo el ceño e intentando separarlo, hasta lograr empujarlo mientras recuperaba el aliento.

Mai: ¡¿Qué acabas de hacer?!

Mika: Hmm~, marcar territorio en la presa del enemigo. Salgamos, podemos obtener información de los orfanatos.

Mai: ¡T-tú, ahh! (Antes que me besara, logre ver claramente su rostro lleno de dolor y tristeza por mis palabras, ¿entonces qué lo impulsó a besarme?).

Mika: (No suena tan mal tu idea... pero aún no, tengo cuentas pendientes con mi padre).

Ambos salieron a las calles caminando, el joven con una sonrisa llena de alegría y confianza mientras la dama mantenía un rostro arrugado.
Mientras tanto en el reino de Raolet, las cosas parecían ir bastante bien, los hermanos tenían más afecto entre ellos.

Aldo: Hermano~♡, ¿cómo ha ido tu día? ¿Hay alguna noticia de Maira? ¿Estará bien? Dime, dime.

Alex: Deja de molestar y has algo productivo.

Comento entrando a su oficina con ciertos papeles en la mano, cerrando la puerta en la cara del tercer príncipe quien hacía pucheros afuera mientras se acariciaba el golpe. Frendel también se había quedado afuera, sin lograr entrar, por lo que solo río ante el momento cómico entre hermanos.

Fren: Se han vuelto muy unidos últimamente, aunque veo que aún les falta por ser más cariñosos.

Alexander se sentaba sobre la orilla del escritorio revisando papeles, aunque por culpa de Aldo comenzaba a pensar en Maira, su actitud, su torpeza, su sonrisa e incluso su ira cuando se llegó a enojar con él, todo de ella le era curioso porque venía de su sinceridad; es cierto que ya había pasado tiempo sin saber nada de ella, tal vez estaba ocupada investigando y no deseaba estorbar le o peor aún, ocasionarle problemas.

Alex: (Quisiera ir pero es peligroso entrar a Cacilius sin una identidad falsa, maldición, otra vez soy el típico inútil esperando aquí encerrado)...Maira, vuelve rápido.

Aldo: Alexander~, abreme.

Frendel: Dudo que nos quiera abrir...

Fin del capítulo.

Salvando al Protagonista Temp 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora