Cap 7 - Ultima descendiente

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Los jóvenes llegaron a la única entrada como salida de Cacilius, observando los distintos tipos de transportes para viajar. Mikael después de haberse encontrado con Rosetta ya no lograba encontrar calma en el territorio, temía no ser capaz de proteger a Maira.

Mai: ¿Se encuentra bien? Podríamos tomar un viaje directo, así llegaremos rápido.

Mika: No, créeme que estoy bastante preocupado, esa forma de soltar nos fácilmente crea mucha desconfianza. Hmm...tomemos el viaje de turismo, nos vamos a desviar a un pueblo y de ahí buscaremos otra fuente para llegar a Raolet.

Juntos llegaron a un transporte de turismo donde distintos grupos iban subiendo y pagando el viaje, parejas, conocidos, niños, no tardó demasiado en llenar cupo; se tomaron de la mano haciéndose pasar por una pareja, aunque Mikael parecía disfrutar demasiado dicha apariencia que su aura se volvió más vigorosa.
El caballero que los seguía al ser un individuo del cual no se obtendría mucha ganancia, lo dejaron en espera del próximo viaje, claro que no esperaría, pidió un caballo prestado entre la gente para seguirlos a cambio de cinco monedas de oro junto con una joya valiosa de la armadura.

Pasando las horas, el transporte de los jóvenes hizo la primera parada en un pueblo bastante civilizado que se ubicaba a las afueras de ambos reinos, se gobernaba por un alcalde en posición neutra ante el conflicto, cualquiera podía entrar o salir siempre y cuando no causaran disturbios. El joven bajó primero ayudándola a bajar con cuidado a su compañera e encaminándose al centro del pueblo donde era la zona de comercio; música, flores, comida, gritos de diversión, estaba bastante animado el lugar que fue fácil perderse entre la multitud.
Por otro lado, fue un enorme problema para el caballero de la princesa heredera Rosetta perderlos, si llegaba a volver sin ninguno de ellos su cuello terminaría siendo cortado, paso un enorme trago de aire por su boca intentando hacer el mayor esfuerzo por encontrarlos.

Mika: Señorita Maira, pase lo que pase no suelte mi mano aunque llegue a ser incómodo para usted, si nos separamos, será peligroso.

Asintio la joven a dicha sugerencia, entrelazando sus manos y aparte sujetando su vestimenta, casi podría decirse que estaba aferrada al joven quien simplemente reía a la exageración de parte de la contraria.
Salieron del centro desviándose a las pocas calles con residencias, deteniéndose frente a un hogar tocando varias veces, de dicho hogar salió una mujer que lo reconoció y se acercó a ellos.

– Eres tu Mikael, cuanto tiempo sin verlo, es imposible no reconocer la belleza de hombre en la que te has convertido.

Mika: Al contrario, es una fortuna haberla encontrado aquí, necesitamos un gran favor si es que no le molesta.

– Para nada, ¿en qué le puedo servir al hijo de Margaret?

Mika: Necesitamos un refugio temporal para escondernos, no será por mucho tiempo, durante la noche continuaremos nuestro camino.

La señora aceptó, abriendo la puerta y dejando los pasar hasta el interior del hogar donde les permitió tomar asiento e brindarles un vaso de agua para descansar mientras conversaba, por una extraña razón sus ojos no podían dejar de ver a Maira quien desviaba la vista tímidamente.

– Perdona mi atrevimiento, pero, ¿de dónde es señorita...?

Mai: Disculpe por no haberme presentado, me llamo Maira Elysabeth Stola, pertenezco al reino de Raolet.

– Podría ser...no, si, no existe mucha gente con ese tono tan peculiar de cabello y agregando el nombre, ¿"Elysabeth", proviene de tu madre?

Mai: Creo que si, la verdad es que nunca la llegué a conocer, mi madre murió cuando me dio a luz.

Salvando al Protagonista Temp 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora