— Los sueños se convirtieron en pesadillas desde tu partida, cada día me arrepiento de mis decisiones, del pasado y de haber me convertido en el monstruo que soy ahora. Todo pudo evitarse si tan solo te hubiera dado el tiempo de enseñarte cómo usar la espada para defenderte.
El ligero ruido del viento pasando por los árboles cercanos al área de dormitorios hicieron despertar al joven caballero Nicolás, quien a su temprana edad ya se había convertido en un reconocido guardia personal del segundo príncipe. Los demás caballeros que lo conocían de antes, le temían debido a el talento sobresaliente con la espada, desconociendo la razón que lo llevó a desarrollar dicho talento.
Si retrocedieramos el tiempo, conocerían al amable, dócil y cariñoso niño Nicolás, tan sonriente pasando el tiempo que podía con su pequeña hermana menor, Amary. Una joven de cabellera verde oscura larga, ojos amarillos como los narcisos, reposando en cama debido a una enfermedad respiratoria que tapaba sus vías respiratorias de vez en cuando.
Perteneciendo a una familia de clase promedia, los padres de ambos niños solían estar ocupados en eventos sociales con el propósito de conocer gente bondadosa la cual pudiera darles préstamos; los medicamentos de Amary solian ser costosos, aparte la tarifa del doctor no era nada barata.Todo por seguir manteniéndo a su pequeña hija débil aún con vida, pues el día que faltara ese medicamento, seguramente sería incapaz de respirar, una enfermedad que contaba su tiempo de vida.
Queriendo ayudarla, el sueño de ser caballero se había apagado para Nicolás, recurriría a estudiar en bibliotecas públicas o templos sobre medicina para hallar una cura a esa enfermedad. Sin embargo, su padre de rehusaba, debía asegurar que uno de sus hijos pudiera generar dinero con el cual salir económicamente y pagar deudas futuras.Nicolás lloraba constantemente a escondidas, molesto al no permitirle ayudar a su hermana más que emocionalmente.
Todas las mañanas Amary se quedaba en cama esperando pacientemente la llegada de su hermano, quien se ponía de rodillas en el suelo para acercarse a darle un beso en la mejilla, le encantaba ser tratada como un princesa, él era su príncipe y no necesitaba más.
Amary: Tu besó, ha roto el hechizo que me mantenía durmiendo. Muchas gracias, mi príncipe.
Nicolás: Escuche por las criaturas del bosque que solo un beso de amor verdadero sería capaz de romper el hechizo, princesa, buenos días.
Ambos sonrieron alegremente, la pequeña se sentó en la cama mirando nerviosa a Nicolás, había escuchado que fue aceptado en la academia de caballeros, a pesar de su corta edad, el cercano otoño tendría que partir de casa para establecerse allá.
Nicolás: Amary, ¿sucede algo? ¿Te está doliendo alguna parte? No te guardes tu dolor, estoy aquí para cuidarte.
Amary: No es eso, estoy bien, es solo que escuché de mi padre que has sido elegido para estudiar en la academia de caballeros. ¿De verdad debes irte? No quiero quedarme sola, tengo miedo.
Nicolás: Hermana, no te preocupes por eso, es cierto que debo partir pero vendré a visitarte, pediré permiso para venir cada vez que pueda. Aún falta mucho tiempo, sigamos jugando.
Extendió sus brazos, abrazando la con cuidado de no aplicar mucha fuerza, dándole leves cariños en la cabeza, buscaba traerle calma. Durante todo el día estuvieron jugando en la habitación, brindándole las comidas y medicamentos en las horas exactas, todo iba bien hasta caer la noche.
Las complicaciones surgían cuando el sol se ocultaba, tocaba la hora de los medicamentos fuertes; Amary solía llorar entrando en pánico, su respiración iba y venía teniendo que ser sedada.Amary: Duele, ya no quiero esto mamá, me lastiman.
- ¿Crees que eres la única que sufre? Todos nos estamos esforzando para que digas que te lastiman, deberías ser agradecida, estos medicamentos son demasiado costosos y las deudas no se detienen...
- Es suficiente cariño, es normal que Amary tenga miedo, es solo una niña. Aún tenemos una carta capaz de sacarnos de este aprieto de deudas, Nicolás, él será un gran caballero con un alto puesto.
Amary: ¡No es verdad! ¿Le han preguntado lo que quiere ser? Mi hermano no quiere ser un caballero, él quiere ser médico, para curarme y curar a todos los niños que también estén enfermos. Mi príncipe encontrará la cura, porque todos los días habla con las criaturas mágicas del jardín para buscar el narciso morado, es una flor especial hecha por la diosa.
El estruendo de un golpe dentro de la habitación provocó que Nicolás entrara preocupado, solía esperar afuera ya que le lastimaba ver la pasando dolor. Esta vez, el rostro de su hermana estaba colorido debido a la bofetada de su madre quien había perdido los estribos.
- ¿Doctor? ¿Criaturas y flores mágicas? Todo eso es mentira, son solo cuentos de hadas que ha inventado él para mantener tu boca cerrada, pero, ¿de quién crees que es la culpa que pasemos tantos problemas? Tu hermano no...
Nicolás: ¡Madre, basta! Todos estamos cansados, hoy fue un día pesado, ¿no? Hay que retirarnos a dormir, pueden ir saliendo, yo me quedaré con Amary hasta que duerma.
Los padres se retiraron, soltando un suspiro de alivio ya que nuevamente la habitación quedaba en silencio, solo ellos dos. Amary lo abrazó con fuerza sollozando tan agudo, no eran la familia perfecta pero todos se unían para mantenerla saludable cada día.
Amary: No es verdad lo que dice ella, mi hermano jamás me mentiría, ¿verdad? Si recolecta las pistas de las criaturas podrás encontrar el narciso morado, crear una poción curativa que elimine mi enfermedad y así ayudar a otros niños iguales a mi.
Nicolás: Es verdad, todo es verdad, Amary. Recuerda que el gran árbol nos advirtió de no decirle a los adultos sobre la flor, podría caer en malas manos, aparte que las criaturas odian a los mayores, porque pierden la magia pura.
Amary: Es verdad, lo lamento mucho hermano. Hermano, ¿qué pasaría si creces y aún no encuentras la flor? Podrías perder la magia pura en la academia, dejar de ver a las criaturas y jamás encontrar la flor.
Nicolás sonrió acariciando su cabeza, acostando la bien en su cama para sujetarle de la mano, sin duda, era bastante inteligente las preocupaciones de Amary por esa mentira creada por él. Apagando casi todas las luces, espero que se durmiera para dejar caer unas lágrimas en silencio.
Nicolás: Descansa Amary, cuando despiertes tu príncipe estará aquí esperándote para nuevamente romper el hechizo...
En sus descansos entre trabajos nocturnos, el cuidado de su hermana y el entrenamiento matutino de la espada para no tener dificultades en la academia, se sentía agotado pero tenía sus razones para seguir luchando a pesar de tener una rutina pesada.
El conocido de su padre a veces lo visitaba para enseñarle nuevas técnicas, miraba lo necesario en Nicolás para ser caballero.El viento golpeó las ramas de los árboles, dejando ver tan rápido la llegada del otoño cuando las hojas de cada arbusto estaban caídas, creando un mar de distintos colores en el suelo. Era el día de partir de casa, dejar atrás a sus padres y con ellos a su narciso dorado.
No se tardaron en mostrar las lágrimas de todos los integrantes en la partida de Nicolás, un transporte viejo con caballos paso a recogerlo, sus padres lo despedían desde la puerta mientras a la distancia, en la ventana del dormitorio de Amary, se podía apreciar la joven escondida entre las cortinas llena de tristeza.— No puedo dar me la media vuelta, no puedo retractar me, si giro hacia atrás estaré dejando ir la posibilidad de volverme fuerte y salvarla. Si...dejaré todo atrás, mi pobre infancia, felicidad, sueños, sentimientos, amor, Amary, espérame...
Fin del capítulo
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Salvando al Protagonista Temp 2
FantezieE S T R E N O ¡SEGUNDA TEMPORADA! Terminando sus asuntos urgentes en el reino de Raolet, Maira visita al reino vecino, Cacilius, donde su misión será buscar entre los escombros el pasado de Lorelay para encontrar algún dato que pueda utilizar contra...