— Vaya cara tienes tío — dice Xavi en cuanto me ve.
— Lo sé.
— Pasa, ¿quieres una coca cola? — pregunta y sé que esta preocupado.
— Te lo agradezco, pero no me entra nada ahora mismo — respondo y es verdad lo que digo.
Nos dirigimos a su cuarto y me dejo caer en la silla de su escritorio. Conforme pasa el tiempo más noto la ausencia de Lucía. Xavi se sienta en su cama, como hace siempre que estamos aquí y me mira pensativo.
— Supongo que se ha marchado ya, ¿no? — me pregunta para que me anime a desahogarme.
—Sí tío, ya se ha marchado. No te haces una idea del mal cuerpo que tengo desde que me he levantado. Sabía que se iba hoy, pero no me imaginaba que la iba a echar tanto de menos.
— El otro día te dije que te gusta, era evidente. Hoy no te digo que estás enamorado porque apenas os conocéis, pero... Podría ser. A veces pasa así de rápido —aporta su sabiduría sobre relaciones de la que yo apenas tengo.
— ¿Insinúas que me he enamorado de Lucía?
— No sé si estás enamorado o no, lo que sí sé es lo feliz que te vi el sábado por la noche y lo hecho mierda que te veo ahora —comenta mirándome de frente —. Algo ha cambiado en ti desde que has conocido a esta chica, me atrevo a decir que para mejor. Te está calando hondo y no creo que puedas hacer mucho por evitarlo.
— No me está calando hondo, ya me ha calado del todo — admito y me resulta más fácil decirlo de lo que pensaba—. Este fin de semana, ha sido increíble, Xavi. Ya te conté la tarde y noche del viernes, pero es que la del sábado fue lo mismo de bien, sin mencionar la tarde y noche de ayer.
— ¿Te has acostado con ella? —pregunta rompiendo el hilo de mis pensamientos.
— No, no. No nos hemos acostado, aunque no ha sido por falta de ganas. Creo que los dos queríamos y al mismo tiempo no. No sé. El sábado por la noche conseguimos frenarnos a tiempo. Ayer en la cocina del restaurante no sé donde encontré la fuerza de voluntad para detenerme y por la noch...
— Espera, espera. ¿La cocina del restaurante? — me interrumpe.
— Sí, esperé a que se fueran todos y pasamos allí parte de la tarde haciendo crèpes y luego pues... una cosa llevó a la otra. Pero paramos a tiempo — relatar de nuevo la tarde del domingo sólo hace que la eche más de menos.
— Fiu —silva Xavi—. Si que ha sido intenso sí. ¿Ella qué tal se ha quedado?
— Tan hecha mierda como yo. No quería irse.
— Ni tú que ella se marchase — responde por mi —. Mira Marc, el sábado volviste a ser un chico normal. Te vi reír, disfrutar, incluso tenías ese brillo en los ojos ¿sabes? Sé que Lucía te aporta un montón de cosas buenas, pero me preocupa que lo pases mal cada vez que se marche.
— ¿Crees que debería no implicarme tanto emocionalmente? — pregunto confuso.
— No, todo lo contrario. Creo que te debes a ti mismo implicarte emocionalmente hasta la médula. Sólo que debes mentalizarte a que te vas a despedir más veces de las que crees y no siempre será fácil decir hasta pronto.
— La semana que viene, vuelve a venir, por lo visto le han adelantado una clase o algo así y se quedará casi dos semanas aquí en Barcelona — pensar en que estaré con ella todos esos días cambia mi humor a mejor.
![](https://img.wattpad.com/cover/250108905-288-k332138.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El cabrón fui yo. (+18)
RomanceMarc tiene todo en su vida; o al menos es lo que cree él. Una relación monótona, llena de secretos y mentiras. Una novia lúgubre y sin remordimientos. Cuando decide que ha sido suficiente, conoce a quién verdaderamente vale la pena para su vida y l...