Loan O'Conner
Era al despertar cuando la mayoría de las personas razonaban mejor lo que pasaba la noche o el día anterior.
En mi caso, no era muy diferente, fue cuando abrí los ojos, que me di cuenta de lo que verdaderamente pasó.
Finalmente, había tenido a Xander para mí, lo había hecho completamente mío, y era aquí cuando según mis principios, debía olvidarlo.Y claro que, hoy dejé de seguir mis propios principios.
Veía su rostro dormido arriba de mi hombro en lugar de usar la almohada.
Sentía sus piernas enredadas con las mías por debajo de las sábanas, y su respiración era tan calmada y serena.Por la luz mañanera, sus pecas eran visiblemente lindas, y sus rizos dorados brillaban.
Ah, ¿Cómo era posible creer que un chico tan bonito como él ha estado conmigo?
Bien, ya había completado la siguiente fase del corazón roto.
Conocer a alguien; listo.
Interesarme; listo.
Pasar mis días pensando en esa persona y en lo mucho que me agrada su compañía; listo.
Enojarme porque la pienso demasiado y me agrada mucho su compañía; listo.
Enamorarme; listo.
Contarle cosas que no debí; listo.
Negarme a qué estoy enamorado; listo.
Darme cuenta que estoy enamorado; listo.
Aceptarlo; listo.Solo me faltaba la parte más importante, la que culminaría este proceso en el que bien puede corresponderme y encargarme de que ambos estemos juntos... O bien puede destruirme y dejar una nueva herida.
Esa parte era, evidentemente; decirle.
Ya lo sabía, ya lo había aceptado, estaba estúpidamente enamorado de Xander, ahora el problema era decírselo con claridad.
Estaba seguro que al menos le gustaba, pero por las cosas que me había contado, todo se sumaba a qué estaba el riesgo de ser rechazado por su miedo a que luego no quisiera estar con él.
Era un amargo sabor de boca pensar que él no se enamoraba porque creía que jamás se enamorarían de él.
Y aquí estaba yo, totalmente perdido por Xander dormido.¿Debería hacerle algo para desayunar?
Ayer no cenamos nada, mi idea era comer algo cuando él estuviera dormido, porque desde que tenía memoria, siempre que tenía una pesadilla cuando era pequeño, Gian era quién me dejaba comida para calmarme, con el tiempo, lo tomé como una costumbre propia.
No obstante, cuando me metí a la cama a dormir con Xander, no tuve ninguna pesadilla, no hubo necesidad de tener que levantarme a calmar ese sentimiento horrible de haber soñado algo que me atormentaba, dormí muy tranquilo a decir verdad.
Me levanté con cuidado de no moverlo demasiado, y eventualmente, me dispuse a hacer un desayuno digno de Xander Grey.
[...]
Ah, Hadan, siempre mejorando o arruinando mis planes.
—¿Está muerto? —preguntó pequitas, observando al castaño tirado en el sofá, dormido.
—Ojalá —rechisté, sacando la chaqueta de mi mejor amigo de su torso, para que no se consumiera de calor.
Xander rió. —¿Cómo alguien puede estar ebrio en la mañana?
—Dígamos que a Hadan le gusta ir a fiestas que duran tres días, me extraña que no siga allá.
Si Hadan no hubiera tocado la puerta del departamento, tal vez yo estaría desayunando con Xander.
No era primera vez que llegaba aquí luego de una fiesta, y claramente, llegaba ebrio para morirse en mi sofá. Cómo buen amigo que me cuida y lo cuido, debo esperar a que despierte y soportar a Hadan de mal humor.

ESTÁS LEYENDO
Apodyopsis (O'Conner #3/Gay)
Teen FictionDesde que Loan decidió irse de la casa de su hermano, su único propósito era vivir olvidado del pasado, recordando poco, pero no extrañando. Solo contra el mundo. Xander ve en Loan a un chico atrevido y coqueto, que no busca una relación estable des...