11.

296 42 81
                                        

Loan O'Conner

Tal vez no lo has notado, o no quieres notarlo, pero —cerré finalmente la puerta, viendo su lindo rostro de pecas lleno de confusión—, mientras yo moría de celos, tú; él chico que me enamoró, estaba sonriendole a otro enfrente de mí.

Y claro que estaba celoso de ver a Xander sonreírle a otro que no fuera Hadan o yo.
Lo peor del caso, era que no me podía quejar, si a pequitas le hacía feliz tener otro amigo, ¿Con que derecho iba a poder negarselo?

En pocas palabras, era yo contra los celos, y no estaba en posición de poder decirle algo al respecto, por el mismo temor a alejarlo.

Y cómo no iba a tener celos, si tenía que soportar la cara de aquel chico sonreír con pequitas siempre que iba por él.

Karem, él chico que también hacía prácticas en el mismo lugar que él y que evidentemente no me agradaba, no podía alejarlo aunque quisiera.

Ya no solo era el hecho de saberlo, era él hecho de verlo, y de incluso haber recibido más de una vez, mensajes de Xander diciendo que no tenía que ir, y que estaba bien que él lo acompañara a otros lados.

Pasando los días, había ocasiones en las que ya sea por la universidad o por un trabajo urgente, no tenía oportunidad de ir a verlo pronto, y no tenía más opción que quedarme con la "seguridad", de que iba acompañado.

Por un lado, me alegraba que tuviera otra persona con la que podía pasar el rato y no se sentiría tan mal de solo depender de la amistad de Hadan o de la mía. Y por el otro, no me gustaba que existiera la posibilidad de que otro se ganara más su atención.

Casi tres semanas, y confesarle lo que sentía variaba demasiado, a veces quería gritarle que lo quería conmigo nada más, y otras veces pensaba que no tendría posibilidad de que sintiera lo mismo.

Era un pequeño dilema interno que no podía controlar, y qué tampoco podía avisar.

[...]

Llegar tarde era algo que no estaba en mi rutina.
Podía ser muchas cosas, pero impuntual no era una de ellas. Y claro que odiaba bastante cuando alguien llegaba tarde.

Originalmente ni siquiera iba a llegar tarde a las clases, tenía el auto de Hadan desde ayer en la noche, debía llegar a tiempo después de dejar a Xander en sus propias clases.

Hadan, (como la mayoría del tiempo), llegaba a clases en autos de otras personas que se ofrecían a llevarlo.
Por lo tanto, no tendría problema en yo mismo llevar al rubio.

Lo que no tenía contemplado, era que él se despertara tarde, por eso fue que él llegó tarde, y por consecuencia, yo llegué aún más tarde.

En síntesis, discutimos.

—¿Paso por ti después?, o él otro chico te acompañará —pregunté, poniendo atención al camino, mis ánimos tenía que tranquilizarlos, no me gustaba llegar tarde, y tampoco exigirle a Xander que se apresurara, o al menos no de la forma que lo hice.

—Él no va a ir a la práctica hoy —contestó, más decaído de lo normal—, pero, no es necesario que vayas.

—¿Por qué no?

—No quiero hacerte enojar —siguió.

Dudé. —¿De qué estás hablando?

—Loan, estuviste apunto de dejarme en mi departamento e irte solo, lo hubieras hecho, no tenías que regañarme o decirme que ya ibas a irte.

Apodyopsis (O'Conner #3/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora