06.

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Xander Grey

Cerré la puerta detrás de mi, mis manos limpiaban mis ojos antes de derramar cualquier lágrima.

No sabía si estaba asustado o culpable. O quizá las dos.

Justo cuando había logrado sentirme con la confianza de que alguien podría estar completamente bien conmigo, siempre terminaba haciendo algo que no le gustaba a la otra persona.

Sabía que Loan se irritaba fácil, que tendía a decir cosas que no eran las más llenas de suavidad.

Pero, cuando soltó de su boca a quién le pertenecía ese nombre misterioso, y con el dolor y rabia que se escuchaba en él... Supe tantas cosas.

Tal vez debía, pero no podía estar enojado, era imposible para mí luego de haber notado su impotencia.

También, había sufrido un susto por lo alto de su voz, por como su puño chocó contra la mesa.

Ya había sucedido dos veces, en las que por mi insistencia en saber de él, había terminado conociendo mis límites en Loan. Había llegado a ese punto en el que él no me dejaba seguir descubriendo de su vida.

Me lo había advertido, no meterme cuando él me detuviera, y aún así, seguí.
Eso me pasa por metiche.

Por inercia, fui hasta esa ventana, en la que siempre lo veía. Esta vez, su departamento tenía las luces apagadas, la puerta de su balcón estaba cerrada.

Zahir O'Conner.

Su hermano mayor.

No sabía nada de él ni de su familia, estaba ciertamente dolido por su reacción espontánea.
Pero, eso no me estaba alejando de Loan.

Eso, simplemente me hizo decidir algo.
Yo iba a convertirme en el confidente real del chico, yo sabía bien, que el Loan de hace años, el niño que seguramente tenía felicidad en su corazón, estaba sufriendo.

Y yo quería cuidar de Loan... Encontrar a ese niño interior y decirle que todo iba a estar bien, que el pasado solo nos volvía más fuertes, y que conmigo tenía un hombro en el cuál llorar.

Bajé mi vista un poco, viendo así, al pelinegro salir de su edificio, pero no venía hacia acá, bajo la noche que apenas había llegado, él se fue caminando por la cera, sabía que era él, él tenía una forma única de caminar, rápido y ágil.

Al parecer no te conozco nada, Red Boy, pero quiero saber todo de ti.

Y si mañana tenía que ir a su departamento a disculparme, entonces iría.

[...]

Escuché la puerta de mi departamento varias veces siendo tocada, estaba somnoliento, creyendo que probablemente era un sueño.

Pero después de más golpes, empecé a darme cuenta, que en serio estaba alguien esperando.
Me levanté pronto, viendo la hora en mi celular.

11:42 p.m.

¿Quién puede ser?

Bajé el largo de mi camisa, mis pies y calcetas tocaron el frío suelo, y caminé tallando mis ojos hacia la puerta.

La abrí confuso, pensando que sería algo como un vecino o alguien importante del hotel.
Pero nuevamente, mi pensamiento fue equivocado.

—Llegó papi Loan —soltó el pelinegro en una sonrisa descarada.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté.

Sorbió su nariz ligeramente, todo su cabello estaba totalmente despeinado, cayendo por su frente.
Y olía a alcohol.

Apodyopsis (O'Conner #3/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora