La chica esperaba paciente afuera del consultorio, mordía su labio con impaciencia esperando una noticia sobre aquel chico de melena negra. Llevaban más de dos horas esperando a que la cirujía terminara; ella miraba hacia todos lados encontrando miradas de esperanza y nerviosismo.
Temía por aquel chico, le daba pavor tan solo pensar en como podría reaccionar si es que no llegaba a funcionar el tratamiento.
Del cien por ciento estaba el noventa y ocho por ciento de que si podía recuperar la vista, pero aún quedaba ese maldito dos por ciento que terminaba dejando las cosas negativas.
En ese momento ella rogaba a todo el ser divino que existiese—si es que así era—para darle fuerzas a aquel chico; lo raro es que que ella no creía en seres divinos, pero está vez tenía la esperanza de que si existirían podrían ayudarlo.
Desvió su vista hacia la puerta al escuchar a alguien salir por está. Sus labios se pusieron secos al notar que el que había salido era el Dr.Collin, el responsable de la cirugía por el que esperaba paciente ya hacía rato. En un rápido movimiento ya se encontraba a lado del hombre de bata blanca.
—La cirugía ha terminado, gracias a Dios no tuvimos problemas—informo aquel señor.
—Ryan, ¿Que tal está?—pregunto apresuradamente la castaña.
—En estos momentos se encuentra inconciente—respondió—. En una media hora aproximadamente pueden pasar a verlo, después veremos los resultados.
La chica tomo una bocanada de aire para después expulsarlo por su boca al escuchar las últimas palabras de aquel hombre, pasó sus manos por su cara con frustración. Decepcionada de lo antes dicho se dio la vuelta para regresar a aquel asiento incómodo que adornaba a uno de los pasillos del hospital.
—Les avisaré en cuanto despierte—dicho eso empezó a caminar hacia el lugar por dónde había salido.
Cansada agachó su cabeza sosteniéndola con sus brazos que ya hacían recargados en sus rodillas. Se masajeó los ojos por unos segundos para después voltear su vista a la madre de Ryan.
—¿Cree que el pue...?—dejo la frase a medias al sentir un nudo en su garganta.
—¿Que si creo que podrá ver?—termino por ella, al ver asentir a la castaña continuo—.Quiero creer que si, escucha la vida es difícil pero no mala. Así que hay que ser fuertes sea lo que de el resultado.
Al terminar le regaló una sonrisa de boca cerrada a la adolescente para después pararse y dirigirse hacia su esposo que se encontraba con la mirada perdida.
****
Media hora más tarde, ya se encontraban todos en un cuarto amplio color blanco, donde ya hacía el chico sentado en una camilla con vendas blancas cubriendo sus ojos.
—Bien es el momento—hablo el Dr.Collin acercándose al chico.
Al ver cómo el doctor se empezó a acerca a este, todos se posicionaron enfrente de el pero a una distancia considerada, para darle espacio al doctor de poder moverse con total libertad.
Empezó a deshacerse de la venda mientras la enrollaba, antes de terminar este dijo:
—No abra los ojos aún, cuando termine de quitar el vendaje esperara un par de segundos, cuando yo le de la indicación podrá empezar a abrir los ojos lentamente, ¿De acuerdo?—Ryan asintió demostrando su nerviosismo—.Bien
Pasaron unos segundos más cuando el hombre le terminó de quitar la venda y dio la indicación con un simple "ya", el chico poco a poco empezó a abrir los ojos.
Parpadeo un par de veces, posicionando su vista al frente, puso una media sonrisa y abrió sus labios para decir lo siguiente:
Gracias por leerme ♥️.
-Aline F.
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Vida A Ciegas [EN PROGRESO].
RomanceEl ve un mundo diferente al nuestro uno donde no existen los colores, uno donde cada estrella es inexistente para el. El es ciego. Ella era solo una niña cuando tuvo un accidente que la dejo marcada de por vida, solo quería una mariposa. Ella es so...