Melody:
Ojos color avellana.
Lágrimas y susurros.
—Es tan bonita—personas hablando y un pitido.—¡No!
Despertándome de ese sueño intenso puedo sentir mi respiración acelerada, esto jamás me había pasado. De alguna forma extraña me vi reflejada en esos ojos. Normalmente no me acuerdo de mis sueños y esté aunque lo pude destinguir todo era tan confuso.
Trate de normalizar mi respiración, debía tranquilizarme ¿Acaso esto era por lo que era necesario tomar mis pastillas? ¿Para no despertar?
Unos pequeños recuerdos pasan por mi mente pero los hago aún lado cuando solo me causan más dudas.
Me recuesto de nuevo tratando de poder volver dormir, sin embargo pasa el tiempo y ni siquiera puedo cerrar los ojos.
Muerdo mi labio tratando de tomar una decisión, me retracto mentalmente que bajar no es buena idea pero al parecer mi cuerpo no piensa así, bajo de la cama sintiendo el frío piso, camino unos pasos más hasta salir del cuarto de Ryan. Un poco más ya estoy abajo enfrente de las escaleras viendo como Ryan duerme.
Camino a la isla de la cocina tomando un vaso sirvo un poco de agua y la tomo sin dejar ni una gota, me a ayudado a relajarme pero el plan era poder seguir durmiendo.
Me detengo en pausa cuando escucho como Ryan empieza a despertar, mi interior ruega para que eso no pase. Pero siendo este un día sin suerte ya no espero de todo. Y como lo esperado si se despertó.
—¿Quien es?—cuestiono tratando de acomodarse en el respaldo del sofa, lo mire por un momento pensando en si responder o no, después de pensarlo mucho lo hago.
—El amor de tu vida—muerdo mi labio inferior tratando de no reír. De acuerdo eso sonó demásiado estúpido, el en cuanto me escucho soltó una carcajada descarada. Yo tratando de no reír como el me tape la boca con mis dos manos dándome la vuelta.
El seguía riendo lo que me causaba más risa pero pensé en sus papás que seguían dormidos.
—Piensa en algo triste, piensa en algo bonito—susurraba para mí, sin embargo Ryan escucho y se rió más luego creo que recapitulo que no éramos los únicos en esta casa por qué se tapo la boca.
Después de unos minutos de dejar de reír y controlarnos por completo por fin pregunto—¿Que haces aquí, no deberías estar durmiendo?—sonrio al finalizar dándole un toque dulce a sus palabras.
—Si bueno, ese es el problema ya no puedo dormir.—conteste de manera que solo escucharamos el y yo, empezé a acercarme a el—Pesadillas, ya sabes.
El trono la lengua y lo pensó un momento antes de hablar—acuestate conmigo—palmeo el sillón un par de veces.
Por un momento quede como estatua, no sabia si aceptar la propuesta o no. Además, de que seria sumamente penoso si uno de sus padres nos encontrara.
—No, de ninguna manera podriamos tener problemas—aunque estaba negada por su propuesta no podia evitar querer que el siguiera insistiendo.
Es como si tuviera dos voces en mi cabeza una que me incitaba a pecar y otra que quería remediar todo sin excepciones.
—Oh vamos, ¿Crees que te lo estaría proponiendo si supiera que te traeria problemas?—incito de manera demandante, por instinto arquee las cejas.—Se lo que piensas, pero ese día no cuenta.
—¿Ahora lees mentes?—aclame.
—Solo duerme conmigo, por favor.—lo mire unos segundos para meditarlo bien y tratando de no pensar de manera incorrecta.
Aunque lo pensé mucho y había reducido las ventajas y desventajas, sabia lo que quería y por eso mismo acepte.
—¿No seria mejor irnos a la cama? Es mas comoda.—chiste incomoda por el poco espacio que había.
—Asi esta bien—chasquee la lengua rendida y me diriji hacia el y al diminuto espacio que tendríamos.
Fui hacia el, el se recostó en el sofa de manera recta yo trate de acomodarme entre el respaldo y el, pero era demasiado incomodo. El noto que no podía acomodarme asi que me ayudo poniendo mitad de mi cuerpo encima de el.
Mis mejillas se sonrojaron pero al notar que el lo estaba disfrutando solo negué divertida y lo abrace.
—Buenas noches bonita—senti como mi estomago se hacia como un nudo al escuchar sus palabras.
Mismas palabras que había dicho antes, las mismas que me rompieron en dos por que no me consideraba de esa manera. No me sentía especial por nada, y que lo volviera a repetir me lastimaba mas que nunca.
Pero para entender necesitan saber la razón, y se que si le digo algo sobre aquella palabra me preguntaré. Y no estoy lista para explicar, no estoy lista para que el sepa lo que en verdad soy, como en verdad me veo.
Me molestaba que no pudiera hacerlo por que no importara lo que hiciera o como tratara el tema siempre salia el mismo resultado. Y prefiero dejarlo asi, eso no importa, pero ¿En serio prefiero que cree espectativas diferentes?
Pues no tengo respuesta, asi que lo único que puedo hacer es no tomar n cuenta el tema.
—Buenas noches bestia.

ESTÁS LEYENDO
Vida A Ciegas [EN PROGRESO].
RomanceEl ve un mundo diferente al nuestro uno donde no existen los colores, uno donde cada estrella es inexistente para el. El es ciego. Ella era solo una niña cuando tuvo un accidente que la dejo marcada de por vida, solo quería una mariposa. Ella es so...