Incomprendidos

Capítulo 4 -Pelea-

(Eva)

-Nada cariño, esta chica, que no entiende cuál es su sitio en este instituto -dice la morena. ¿Cariño? No... no me digas que... - Por si no lo sabes, es mi novio - Como si hubiese leído mis pensamientos, pasa un brazo por la cintura del chico aún sin nombre.

-¿Acaso no sabes que esta plaza de aparcamiento es de Alex? -me pregunta él. Con que su "novia" se llama Alex, ¿no?

-Pu-pues...no... no lo sabía, lo siento -digo intentando subirme a la moto para salir de aquí cuanto antes. Ojalá estuviese aquí Niall...

-¿A dónde vas? ¡Si nos lo estamos pasando muy bien! -dice Alex. Sus amigas se acercan a mí y me impiden subir a la moto.

Alex se acerca a mí y empieza a tocarme la  ropa y el pelo. La gente cada vez se arremolina más a nuestro alrededor. Dirigo mi mirada al novio de Alex quien permanece unos pasos por detrás de ella, observa la escena con una mirada fría, no podría decir lo que transmite, podría decir que incluso le da pena la situación pero seguro que me equivoco.

Mi paciencia está llegando a su límite. Vale que sea tímida y quizás no sea buena idea meterse con estas chicas, pero no soy tonta. Levanto mi mano y le doy un manotazo en la suya retirándola de mi ropa. Alex me mira con cara de incredulidad e inmediatamente comienzo a arrepentirme de mi gesto.

-¿Qué has hecho? -pregunta acercándose aún más a mí.

-Alex, para -le dice su novio tomándola del brazo

-No me toques -le digo. ¿Pero qué me pasa?

-¿Perdona? -me empuja - A mí nadie me dice lo que tengo que hacer. No vuelvas a poner tu estúpida moto en mi plaza de aparcamiento o tendrás problemas. -Se gira y hace intención de irse, pero como yo hoy estoy más valiente de lo normal, cosa que va a traer sus consecuencias, no la dejo

-A mí tampoco me dice nadie lo que tengo que hacer -Se gira -Si quiero dejar mi moto aquí, lo haré.

Alex levanta su puño y me pega en la cara. Yo no me quedo quieta y comienzo a devolverle todos los golpes. Creo que es la primera vez que me peleo con alguien y, he de admitir, que no me gusta nada pero tambié tengo que decir que con ella estoy disfrutando.

-¡Alex, para! -grita su novio intentando separarla de mí. 

Un chico que ve la pelea se acerca por detrás de mí y me agarra la camiseta para evitar que le dé otro puletazo a Alex. Miro a mi espalda para saber quién es el que me ha separado de ella y me encuentro con el chico que se acercó a Niall y a mí esta mañana. 

-¡Quietos! ¡Quietos! -grita un profesor cuando se acerca a nosotros. Mierda, encima me expulsan nada más empezar el instituto... - Hombre Liam, qué raro verte en una pelea - le dice el profesor al novio de Alex. Así que se llama Liam...

-Ya, ya, pero por una vez yo no tengo nada que ver - dice él.

-Ya... vosotras dos - nos señala a Alex y a mí - Al despacho del director, ¡ya!. -Genial

Las dos nos dirigimos al despacho del director. Intentamos explicarle qué ha pasado, pero comenzamos a discutir otra vez. Ambas esperamos en el despacho a que nuestros padres vengan a buscarnos. A los pocos minutos, los padres de Alex llegan, hablan unos minutos con el director y se van. Supongo que no tendrán que decirle mucho, tiene pinta de montar una pelea cada día. Me quedo sentada en la silla del despacho del director esperando a que mi madre llegue. El silencio llena la sala y es algo incómodo, nunca había estado en esta situación. Soy de las chicas que sacan buenas notas, se esfuerzan al máximo en todo, no salen de fiesta, no beben y, por supuesto, no se meten en peleas. Mi madre no tarda en aparecer por la puerta del despacho.

-Por favor, Eva, sal un momento -me dice el director. Asiento y salgo del despacho sin dirigirle la mirada a mi madre.

Me siento en uno de los bancos que llenan el pasilo y espero a que terminen de hablar. Mi conversación dura bastante más que la de los padres de Alex, es evidente que no estoy acostumbrada a estas cosas. Empiezo a pensar en lo que me dijeron Alex y sus amigas, ¿de verdad voy tan mal? El aspecto nunca me había importado en Holmes Chapel porque todos nos conocíamos y a la mayoría los había visto incluso en pijama. Pero las cosas en la gran ciudad no son iguales, tengo que cambiar mi vestuario...

Mi madre sale del despacho del director y me mira furiosa, temo su respuesta.

-Vámonos -me dice

-¿Estoy expulsada? -pregunto

-No, por esta vez no. Pero estarás una semana en el aula de castigos -me dice el director con una mirada más suave que la de mi madre

Mi madre empuja por la espalda y me lleva al coche. La bronca en el instituto no ha sido tan mala pero es que no es esa la que temía, sino la de mi madre.