El día de la boda había llegado, todos estaban dando vueltas como locos, Chris y Frank partieron muy temprano de la casa, dirigiéndose al lugar donde se haría la fiesta al término de la ceremonia.
En casa de la pareja quedaron solamente Amelie, Alexa y Karlie, Amber debía estar ahí, puesto que también era dama de honor, pero ella había optado por verlas en la ceremonia.
— ¿Cómo te sientes, Amy? — preguntó Karlie sonriendo.
— Muy nerviosa — confesó la rubia, mientras la arreglaban — me hubiera gustado que Amber estuviera aquí con nosotras.
Alexa sonrió de lado, creyó que aquella interacción con la que fuera su amiga, el día que presento examen para su especialidad había funcionado para retomar aquella bonita amistad, pero definitivamente no era el caso.
— Igual a mi me gustaría tenerla aquí — respondió Lexie.
— Bueno, no dejemos que eso nos ponga tristes — mencionó Karlie bromeando.
Todas se arreglaban entre risas y platicas, Amelie sería una hermosa novia, Alexa en verdad se sentía feliz por ella y ni decir de su hermano, hacían la pareja perfecta, al poco rato llegó Amber a casa de la novia.
— ¿Puedo pasar? — preguntó Amber asomándose.
Amelie volteo a verla sorprendida pero a la vez alegre, en verdad quería tener a Amber a su lado en este día tan importante.
— Claro que si, cariño — asintió feliz la rubia.
Amber sonrió tímidamente y se adentró en la habitación, se sentó del lado donde se encontraba Alexa sentada, quien le sonrió.
— Cambien esas caras, siguen cayéndome mal — mencionó Amber, restándole importancia a su llegada.
Alexa asintió sonriendo de lado, continuando su labor de arreglarse para la ceremonia.
Por otro lado, los chicos estaban un tanto frustrados con Frank, andaba muy nervioso y caminaba por toda la habitación, terminando con la poca paciencia que aún les quedaba a sus amigos.
— Frank, quédate en un solo lugar, amigo — suplicó Sebastian suspirando — todo saldrá de maravilla, Amy es grandiosa.
Chris miraba a sus amigos divertido, se reservaba sus opiniones o comentarios.
— Sebastian, yo se que Amy es maravillosa — resopló el suizo al mismo tiempo que giraba los ojos — el problema soy yo, soy un desastre con las parejas...
— Con ella no, Frank, todo saldrá de maravilla — respondió Evans — necesito ir con Joanne, será rápido, estaré aquí pronto.
— Y, ¿ya sabes cómo le pedirás a Alexa que se case contigo? — preguntó Frank, dejando su nerviosismo de lado.
— Tengo una idea vaga, pero... quiero que sea único para ella — respondió sincero el actor — ella lo vale.
Frank asintió sonriendo de lado.
— Date prisa, que Sebastian solo no podrá evitar que cometa una estupidez — bromeó el suizo riendo.
— Sebastian estás a cargo — mencionó Evans riendo — no dejes que escape.
— Que gracioso, Evans, te quiero ver así pronto — respondió Frank.
— Ojalá y así sea — susurró sonriendo.
Al llegar a su auto, condujo hacia la cafetería en donde vería a Joanne, más que su representante, era una amiga y no confiaba en más nadie que en ella.