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Alexa y Chris se despidieron de todos, alegando que la chica tenía que descansar y no aprovecharse de su mejoría, las castaña se mordió los labios reprimiendo una sonrisa, pues conocía la verdadera razón por la que el actor quería irse de la celebración.
— Cuida a mi hermana, Evans — advirtió el Suizo, mientras abrazaba a Alexa.
— Tranquilo, cuñadito — respondió burlón el actor.
Ambos salieron de la casa y se subieron al auto, para disponerse a ir a casa del actor, de más está decir que Evans llevaba la mano sobre la pierna descubierta de Alexa, quien sonreía solamente ante las caricias de su novio.
Al llegar a la casa, Chris bajo y abrió la puerta para que la chica bajará, se apresuró a abrir la puerta de la entrada de la casa para que ambos pudieran entrar y seguir con lo que dejaron pendiente.
El actor dejó entrar a Alexa primero y al instante en que el entró y cerró la puerta, puso el cuerpo de la chica, besándola con intensidad y hambre, la chica no hizo más que corresponderle, poniendo una de sus manos en su cabello, despeinándolo levemente.
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Sin embargo, antes de que pudieran hacer o intentar algo, el celular del rubio sonó.
— No puede ser... — murmuró Alexa agitada — no lo hagas, Chris...
— Amor, solo será 5 minutos, lo prometo — respondió besándola una vez más — es Joanne, mi representante, tengo que ir a unas entrevistas esta semana que viene...
Sin más el rubio caminó hacia la sala para atender la llamada, Alexa maldijo en tono apenas audible y aventó su pequeño bolso en la mesita que había en la entrada. Subió hacia el cuarto para empezar a desmaquillarse y lavarse la cara, una vez que terminó de hacer eso, fue hacia la habitación y empezó a desabrochar el vestido.
— Creí haberte dicho que yo iba a quitarte este bonito vestido — murmuro el rubio cerca de su oreja, a la vez que la mordía juguetonamente, mientras se pegaba hacia la castaña, de forma que ella pudo sentir su abultada erección.
