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Al llegar a casa del hermano de su novia, Chris apagó el auto, volteo hacia ella, Alexa estaba jugando con sus dedos, estaba nerviosa, le daba cierta ternura mirarla así.
— ¿Estás bien, cariño? — preguntó el rubio tomando su mano.
Alexa suspiró y volteo hacia la casa de Frank.
— No quiero perder a mi hermano — susurró.
— Eso no pasará — respondió seguro — vayamos.
Chris bajo primero y le abrió la puerta a su novia para que pudiera bajar del auto, tomados de la mano ambos caminaron hacia la puerta principal, una vez ahí tocaron el timbre y Frank se asomó con su particular sonrisa.
— Aquí está mi chica favorita — saludó a su hermana tomándola entre sus brazos, algo que en cierta forma ayudó mucho a la castaña — y aquí está mi cuñado favorito...
— Soy tu único cuñado, idiota — respondió Evans rodando los ojos.
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— Eso te han hecho creer — bromeó sonriendo — pasen, quiero presentarles a alguien.
La sonrisa de Alexa se borró un poco, con ayuda de su hermano caminó, se negaba a soltarla, no quería que siguiera con la idea de que las cosas cambiarían por el hecho de que ahora tenía una novia.
Al entrar al salón pudieron ver a una rubia muy hermosa, para su pesar de la castaña, sonrió en dirección a los invitados y se acercó para saludar.
— Ella es Amelie Harper — presentó Frank — mi novia, cariño ella es mi hermanita Alexa, de quien te había hablado antes y el es Chris Evans, amigo mío y novio de mi hermana.
— Hola, chicos — saludo sonriente — es un placer conocerte por fin Alexa, he escuchado mucho de ti, Frank no deja de presumir que su hermana es la mejor doctora de Los Ángeles.
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