Al cabo de una semana, la mejoría de la castaña era visible, pero Chris quería tenerla en la cama todo el día, algo que desde luego Alexa no aceptaba, la cena con su hermano sería esa noche, ella se encontraba maquillándose para poder vestirse.
Evans entró en la habitación ya arreglado, solamente en espera de que Alexa terminara.
— Ya te ves muuuuuy hermosa cómo estás — dijo el rubio poniéndose detrás de ella, viéndola por el espejo — ¿Qué más quieres hacerte, Lexie?
— La paciencia es una virtud... — mencionó, mientras terminaba de arreglar su cabello.
Chris carcajeó, la tomó de la cintura poniendo su cabeza en el hombro derecho de la chica, ella al sentirlo se recargó sobre el sonriendo mientras lo veía por el espejo.
— Hace rato me puse a pensar...
— Cuidado, no vayas a quemar la casa — bromeó riendo.
— Muy graciosa... — se rió levemente — No te he pedido ser mi novia nuevamente...
— ¿Y qué harás al respecto? — preguntó en tono meloso.
— Aún lo estoy pensando, te sorprenderé — respondió sincero, pues quería hacer algo especial pero aún no sabía qué— Te espero abajo.
Alexa asintió, se apresuró en ponerse en vestido y los zapatos que había escogido, al bajar se encontró con la mirada del rubio que tanto amaba y le modeló el bonito vestido que llevaba puesto. Chris al verla silbó sorprendido.
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— ¿Qué tal me veo? — preguntó coqueta.
— Me encantas — respondió sincero el actor, mientras la besaba — Aunque tengo que confesar, que te ves mejor sin nada.
Al decir esto último, salió de él una voz algo ronca, que estremeció a la chica por completo, buscó sus labios para besarlo con desespero, pese a que las manos del actor querían arrebatarle esa prenda de vestir, hizo uso de todo su autocontrol para frenarla y separarse de ella.
— ¿Y si le dices que me sentí mal a última hora? — preguntó agitada.
— Vamos a darle apoyo moral a tu hermano que lo necesita, estaba demasiado nervioso — respondió de la misma forma pero riendo.
Alexa suspiró y sonrió, tomó de la mano a su novio, para dirigirse al auto de el y tomar rumbo a la casa de su hermano mayor. Al llegar el rubio se apresuró a ayudar a la chica a bajar del auto.
— Gracias, aún no se ha dado cuenta que llegamos, podemos correr y huir... — murmuro Alexa cerca de los labios del actor.
— Vamos a darle apoyo, cenamos, festejamos con ellos y vamos a casa después... — explicó el actor, tomándola de la cintura, con los labios aún pegados a los de ella, para después dirigirlos a su oreja, la cual mordió levemente — quiero ser yo el que te quite ese precioso vestido...
