Corona de Espinas

Capítulo 07

Ha pasado bastante tiempo desde entonces.

Vine a contar las campanadas que suenan a la hora todos los días. Y me perdí en muchos sueños. 

Seguí pensando en escenas que no sabía si eran de memoria o de imaginación, y ahora tarareaba canciones que ni siquiera recordaba su letra.

No estaba claro qué quería el joven, pero si era para hacer que la bruja se sintiera aún más infeliz, entonces lo ha hecho con éxito. 

Las incontables horas que pasé tratando de hacerme olvidar el tiempo se han desperdiciado. Al igual que cuando me quedé atrapada por primera vez en la torre, sentí cada minuto que pasaba y se arrastraban una y otra vez.

No podía decir exactamente cuánto tiempo había pasado porque me perdí de algunas campanas, y tuve que empezar a contarlas desde cero de nuevo porque a menudo olvidaba en qué número estaba. 

De hecho, fue una cantidad de tiempo muy insignificante para mí, que mantener un registro me pareció tan inútil como contar arena en una playa.

Y, sin embargo, la razón por la que traté de contar las campanadas fue porque quería imaginar el tiempo del joven.

Conté cada día porque quería saber cómo habría cambiado, cómo se vería ahora y cómo cambiaría en el futuro. 

El joven era ciertamente más cruel que cualquier guerrero que hubiera conocido. Me hizo repetir el terrible castigo que había recibido por ser una bruja que traté de ignorar.

No, tal vez el cielo que envió a un guerrero así a una bruja es el más cruel.

"Bruja."

"¿Por qué estás siendo así?"

"¿No es injusto?"

"Eres cariñosa y ..."

"…Te quiero."

Si este eco era un sueño o una alucinación auditiva, no lo sabía, pero me molestó, y me acurruqué por la imagen residual que me persigue tanto cuando tengo los ojos cerrados como abiertos. 

No sirve de nada enterrarme la cara o taparme los oídos con las manos y levantar las rodillas. 

El joven guerrero que se acercó al yo solitario ha sido un castigo insoportable que me estaba estrangulando.

Muchas cosas que habían muerto en mí comenzaron a temblar y despertar por el joven que vio a una mujer en mi yo inhumano que había renunciado a ser humano.

¿Cuándo volverán a hundirse? Desde el día que quedé atrapada en la torre, no he podido suicidarme en mucho tiempo, pero ya estoy abrumada por el hecho de tener que repetir esa vez nuevamente. 

No podía respirar porque estaba frustrada. Aún así, no muero. ¿Cuándo se levantará esta maldición?

"Bruja."

"Te echo de menos."

"Te extraño, dije".

"Te extraño tanto."

Apenas me había quedado dormida cuando de repente abrí los ojos pensando que escuchaba la voz del joven. 

Pero no había nada a mi alrededor. No había nada más que oscuridad, como siempre. Pero se sintió diferente de lo habitual. Algo era más sombrío y frío. 

Mis dedos temblaron de ansiedad.
Me levanté y me acerqué a la mesa de madera. Pude ver las cartas perfectamente colocadas sobre ella. 

Desde la partida del joven, he tratado de ni siquiera mirarlas, por lo que una pila de polvo blanco se acumuló sobre ellas antes de darme cuenta.