Prólogo

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Hace mucho,pero mucho tiempo atrás,en un antiguo bosque nevado se encontraba corriendo una madre junto con sus dos pequeños hijos.

Estaban huyendo de los cazadores de brujas y criaturas mágicas, estos les perseguían con perros mientras desenbainaban sus espadas y preparaban los virotes ballestas, la madre logró con un pequeño hechizo paralizar por unos momentos a sus perseguidores, momentos que aprovechó para alejarse más de ellos, a toda la velocidad que sus piernas cansadas la dejaban, logrando ocultarse en una pequeña cueva cercana, se sentaron en el suelo de fría cueva recuperando el aliento al igual que sus hijos.

-mamá tengo miedo- dijo el menor temblando de frío.

- tranquilo hermano, yo los protegere a todos- el mayor empezando a emanar unos cuantos rayos de sus manos de luz blanca.

- No, no podras hacer nada, no por ahora, aun eres muy joven - habló la madre agitada deteniendo la acción de  hijo mayor que la miró con resignación.

- pero yo... -dijo el mayor con impotencia en su voz apretando sus puños.

- No podran hacer nada,  escúchenme, corran hacia es este, yo los distraere y no mire atrás, no lo hagan.-dijo la madre sabiendo exactamente lo que tenía que hacer, calmando se y recuperándo su aliento completamente.

- ¡Pero mamá! -decía el menor con lágrimas emanando de sus bellos ojos cafés.

- son preciosos mis hijos,oh, ¿que hice para tener tan hermosos regalos?, recuerden luchar por sus sueños y por todo lo que es bueno en éste mundo, ahora Balder, protege a tu hermano menor, ¿me lo prometes mi niño?.

-si madre, lo prometo- dijo con la máxima seguridad que podía tener en ese momento conteniendo sus lágrimas.

- Y sigurd,  confía en tu hermano, no te separes de el, el te protegerá de los malos, y nunca, nunca utilicen sus habilidades magicas para dañar, usen las para ayudar y proteger,se los pido.

- mamá... - dijo sigurd en llantos abrazándola con fuerza sin quererse separar, pero los lagridos de los sabuesos se escuchaban cada vez más cerca.

- los amo tanto, los amo como no tienen idea, nunca lo olviden mis niños, ¡LOS AMO TANTO!- en ese momento ella sonrió con melancolia abrazandolos a ambos por unos segundos antes de separarse y salir corriendo a toda velocidad de la cueva.

-Mamá... ¡MAMÁ! - Grito el menor siendo retenido por el mayor, el cual simplemente lo abrazó y cubrió sus ojos con su mano, simplemente miro a su madre salir de la cueva.

Antes de ir se, la madre voltea una última vez, quitándose la capucha, dejando ver sus sucia y cansada cara,su  ya dañado cabello largo castaño y sus ojos violetas que tenían demasiado brillo,les dio una última  sonrisa llena de amor y esperanza,una sonrisa que ambos hijos lograron ver en unos segundos.

Hasta que los lagridos se escucharon demasiado cerca e de igual manera los gritos de los cazadores,rápidamente se puso de nuevo su capucha y salio corriendo al norte atrayendo con gritos, agitando sus brazos en el aire atrayendo la atención de los cazadores,los cuales estaban realmente cerca de aquella cueva.

Los Cazadores soltaron a los sabuesos que rápidamente corrieron tras su presa, sin embargo los cazadores también querían participar y dispararon sus virotes encontra de la mujer.

Ella salio corriendo hacia el bosque con lágrimas cubriendo sus bellos ojos violetas, con una ligera sonrisa ya que aunque la matarán o capturaran, logró proteger a lo que más amaba, a sus hijos.

Los sabuesos estaban apunto de atraparla,pero ella se paro en secó y apuntó su mano hacia aquellos animales e de inmediato una gran llamarada surgió de la palma de sus manos, abrasando a los animales que salieron despavoridos chillando cubiertos de fuego.

Cambiando el tiempo (Diakko) LWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora