3._Gritos

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El disgusto en el rostro de Black, era bastante. Pero el de Bills, cuando salió de su remolque, simplemente fue aterrador. Le grito a todo mundo que se largara y se fuera a atender su vida, mientras él, casi moliendo sus propios dientes al apretar tanto la mandíbula,comenzaba a levantar esos cuerpos desmembrados y meterlos en un saco.

El señor Dai, apareció en escena y no se veía nada feliz con el asunto. Se quedo de pie mirando a Bills y de reojo también a Liquir,cuya tienda estaba muy cerca. El dueño sabia que ese tipo de vandalismo no podía provenir de alguien del circo, por eso le resto gravedad y se limito a llamar al tipo grande, que armo la jaula en la pista. Su nombre era Piccolo y recibió la orden de vigilar mejor el recinto, para evitar ese tipo de cosas.

-Si esos animales no están envenenados,úsalos bien-le dijo al final y luego se retiro.

Black puso su mano en la espalda de Mary y se dio la vuelta. Ambos oyeron esa última parte, pero no les molesto. Era obvio y hasta inteligente no desperdiciar esa carne.    

En los días siguientes ambos, Black y Mary, se fueron familiarizando con la gente del circo, pero por naturaleza eran algo esquivos con los demás. Él más que ella. La chica era más alegre y hasta un poco divertida si se le daba la oportunidad. Más que todo curiosa y con buena disposición para ayudar a cambio de que le respondieran algunas preguntas. Había acordado trabajar con Liquir y para ello se reunieron un par de veces,a practicar.

Esa tarde Bills andaba de un peculiar mal humor. Que tuviera que practicar un truco nuevo para su show, sólo empeoraba las cosas y encontrarse con esa mujer pelirroja, colgando de esos trapos, como el los llamaba, vino a detonar toda su irritación.

-¡Oye!-exclamó de forma dura y tan potente que su timbre resono en todo el lugar.

No se lo propuso, pero con aquella violenta llamada la saco abruptamente de su concentración haciendo que la muchacha, perdiera el balance al hacer un movimiento involuntario. Su pie se soltó de la segunda tela y de no haber tenido la cintura envuelta en la primera, hubiera tenido un descenso vertical bastante brusco. Mary quedo colgando a cuatro metros del suelo y le tomó unos largos segundos recuperar la otra tela para tomar una mejor postura.

-¡¿Qué demonios pasa contigo?!-le grito la muchacha-¡¿Por qué entras gritando cuando alguien esta ensayando?!

La chica trepada a la tela parecía un simio muy molesto que increpaba a un felino salvaje, que la miraba tranquilo,
pero aguardando a que bajara para hacerla pedazos.

-Tu tiempo terminó, es mi turno de usar la pista- le contestó Bills, sin dar ninguna señal de arrepentimiento,por casi provocar un accidente a la mujer.

-Estoy esperando al señor Liquir. Él y yo vamos a ensayar su nuevo espectáculo -le indico Mary, bajando de la tela.

-Pues no veo al tipo ese aquí, así que lárgate.

-Tenemos  una hora que el señor Dai nos dio. Yo no me voy. Tú vuelve más tarde -le dijo la muchacha al pararsele en frente.

Bills le clavo los ojos y aun que ella, por un momento se los sostuvo, termino por apartarlos, porque alguien más entró en el lugar. Mary paso por el costado de Bills para ir a recibir a Black, que le llevo el almuerzo.

-Olvidaste esto en la tienda-le dijo al darle la comida.

-Si, es que salí con algo de prisa -le dijo la muchacha.

Bills se cruzo de brazos y se quedo mirando a esos dos,hasta que comenzaron a besarse. Aquello lo hizo voltear con una expresión de desagrado y se quedo así hasta que un aroma acaricio su olfato. Volvió a mirar a la muchacha,que ahora estaba sentada en la galería comiendo a gusto. No sabia que estaba disfrutando tanto, pero olia delicioso. Se acercó despacio y con un rostro que expresaba una travesura en mente. No porque planeara algo exactamente.

-Oye ¿Qué estas comiendo?-le preguntó bastante más agradable, que hace un rato.

-Mi almuerzo -le contesto ella con una sonrisa burlona.

Bills la miró como si arqueara una ceja y se hincó frente a ella.

-Huele muy bien ¿Te lo hizo tu novio?-le preguntó mirando al interior del recipiente, con mucho interés. 

-Lo hice yo -le contesto secamente-¿Lo quieres? Anda, tómalo. Tengo que ensayar y con el estomago lleno, moverme se me hace un tanto incómodo.

Bills recibió el recipiente con bastante entusiasmo. Mary fue a reunirse con Liquir, quien traía varias cosas en las manos, con las que la chica le ayudo. Mientras esos dos entraban en sus asuntos, Kalika, que llegó muy discretamente, fue a pararse detrás de Bills.

-Parece que te le quitó el mal humor -le dijo la mujer. Bills la miro de reojo nada más-¿Conseguiste que alguien cocinara pata ti?

-Esa chica me lo dio y esta mucho mejor que esas comidas de pastos que haces-decia hasta que Kalika,le tiro de una de sus orejas.

-Te recuerdo que el que se esta quejando, todo el tiempo, de las comidas grasosas eres tú y que por ser tu asistente, yo tengo que mantener un peso específico.

-Pues sino quieres ser mi asistente, deja de serlo. Yo no te estoy obligando a nada, Kalika-le dijo Bills una vez ella lo soltó.

La mujer no respondió. En lugar de eso bajo la mirada y se quedo asi, aun después de que Bills,se retiro. Cuando levantó la vista se encontró con Mary, haciendo malabares con mazas encendidas que intercambiaba con Liquir.

En el circo había una mujer llamada Milk. Se dedicaba a confeccionar los atuendos para los artistas. Su hijo mayor era el del espectáculo del péndulo de la muerte y el menor,colaboraba con los malabaristas y los acróbatas de los caballos. A ella fue Mary para que le hiciera un traje de color blanco con cristales, para el show que estaba preparando en las telas. La mujer se lo entregó a Black, cuando este fue a pedirle que remendara su atuendo. El hombre tomó las prendas que estaban en una bolsa de papel, que por poco es salpicada por aceite de motor por un tipo alto y de larga cabellera negra, que dejó un recipiente sobre la mesa de manera bastante descuidada. Black le reprochó su falta de atención a lo que el individuo contestó con un cínico: lo siento.

-Raditz te he dicho que no traigas esas cosas aquí-le señaló Milk, bastante molesta y el tipo se disculpó de nuevo.

Black dejó el lugar mirando de reojo a ese sujeto. Se fue directo a su tienda después de eso. Era tarde y Mary aun no volvía. Al encontrarse sólo aprovecho para bañarse y evitar que ella notara las marcas en su cuerpo. Al terminar se puso un suéter. Cuando la chica entró en el lugar, lo encontró tomando una taza de té,sentado en un rincón muy bien alfombrado y repleto de cojines.

-¿Como te trato ese tipo?-le pregunto cuando ella se sentó a su lado.

-Bien. Es un sujeto muy educado -le dijo ella quitandole la taza de té para abrazarse a él.

Lo derribo sobre los cojines. Quiera un rato agradable con su pareja,pero este estaba algo reacio a las caricias y cuando ella lo noto, dejo de insistir.

-¿A donde vas?-le preguntó Black.

-A tomar aire fresco -le contestó y tomando su chaqueta dejo la tienda.

Mary no era empalagosa,pero obviamente a momentos buscaba un poco de cariño de él. Desde hace un tiempo,Black venia negándoselo con frecuencia. Él decía que era por toda la situación que estaban pasando que no tenía ganas de eso y ella entendía. Pero se estaba hartando de entender todo el tiempo. La chica caminó por el campamento hasta salir de el al terreno desierto donde lo levantaron. A lo lejos se veía la pequeña ciudad y se dirigió a ella.

TabúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora