Era temprano. Mary solía despertar temprano, pero al mirar hacia el espacio que quedaba entre las pesadas lonas que hacían de puerta de su tienda, notó que aun no salia ni el sol. Hacia un poco de frío,
posiblemente estaba nublado así que, por las dudas,miro el reloj junto a la improvisada cama. Eran las 7:30. Se giró entonces y miró a su compañero dormido.-Black...Black. Vamos despierta. Es el primer día. Hay que dar una buena impresión -le dijo en voz baja, mientras lo sacudía con cuidado.
El hombre estiro los brazos hacia arriba,antes de abrir los ojos y luego se sentó para escarbarse el cabello con la mano. Miró a la mujer a su lado. Se veía aun más pálida entre esas mantas verde oscuro y negras.
-¿Puedes calentar agua? Necesario asearme.
-Si, yo lo hago -le respondió la muchacha y se levantó para ir hasta la pequeña mesa, en la que tenían una tetera eléctrica.
Black la siguió con esa gris mirada. La camiseta y pantaleta negra de la mujer,acentuaban ese tono de piel tan limpio y fuera de lugar,en esa tienda.
Se conocieron un par de años atrás. Al principio no se llevaron bien. A él le disgustó que ella le refutara uno de sus mejores argumentos, respecto a la decadencia humana. Black era un hombre muy culto, aunque su aspecto no lo hiciera ver así. Pudo llegar muy lejos. A ser fiscal nacional, pero nada salió como esperaba. A poco andar se desencanto de ser abogado y se dedico al activismo medioambiental, entre otras causas perdidas. Aquello hacia de su ocupación actual, una enorme ironía. Era un domador de leones, en un circo itinerante.
En cuanto a ella abandono su carrera y se dedico a otras cosas. El espectáculo siempre la llamó y eso la llevó a practicar muchas cosas relacionadas a esa área. En la actualidad era capaz de hacer telas,caminar en la cuerda floja y malabares con antorchas. Juntos hacían espectáculos en casinos, hasta que ese el dueño del circo los descubrió y los invito a ser parte de su show.
Apenas habían llegado el día anterior. Se instalaron rápidamente en una tienda como la de los gitanos. Salvo por una camioneta 4x4 y una motocicleta,vno tenían nada de valor. Gruesas alfombras cubrían el suelo. Un colchón alto les hacia de cama, junto a unas mantas de felpa para resistir el frio. Tras un biombo se cambiaban de ropa y junto a el,
estaban sus vestimentas ordenadas en esos colgadores como de tienda de ropa. Dos baúles hacian de silla,junto a una mesa pequeña sobre la que descansaban unos platos y un par de tazas,una de ellas tenía rota el asa. Algunos atrapasueños y macetas decoraban el lugar.Mary vertió el agua caliente en una fuente metálica y luego tomo una de las botellas con agua fría e hizo lo mismo. Black,
llegó a su costado con una toalla colgando sobre el hombro, la que cayó sobre la fuente,cuando se inclino para tomarla de la mesa.-Ya veras como todo mejorara -le dijo la muchacha.
-A veces envidio tu optimismo- confeso Black, caminando hacia al biombo.
-¿Quieres que te ayude?-le preguntó la muchacha, mientras ponía la tetera, otra vez.
Él la miró y ella entendió. Sabia lo incómodo que era para Black,
bañarse de esa forma. Vivir en esas condiciones,pero para obtener lo que querían había que hacer algunos sacrificios. Lo ayudo a lavarse ese cabello que pinto de rosa, semanas atrás,
después lo dejó para ir a ver la tetera. Cuando Black salió de detrás del biombo, a medio vestir, la muchacha mezclaba el agua para darse una ducha o algo parecido.-Iré a la ciudad ¿Necesitas algo?-le pregunto mientras se ponía una camiseta algo ajustada.
-Algo de arroz,pastas y conservas estaría bien-le respondió sin mirarlo.
-Todavía queda algo de dinero ¿Que quieres?-preguntó con esa rudeza tan natural en él.
-Unos cuadernos y lápices,me harían feliz -le respondió con una simpática sonrisa.
-Tienes poca ropa. Te compraré algunas prendas y un pijama. Aquí la privacidad es poca -le señaló y antes de desaparecer tras la pesada cortina.
Mary no replicó y se despidió de él, aunque sabia que se quedaría fuera hasta que ella terminara. Al dejar la tienda,para tirar el agua, Mary vio a Black subir a la camioneta para ir a la ciudad.
El campamento del circo era bastante amplio. El día anterior no lo pudo apreciar, pero es esa oportunidad no perdió detalle de todo lo que había. Las casas rodantes, grandes y pequeñas,
estaban decoradas de forma colorida y extravagante. Las tiendas, sin embargo,eran las más llamativas. Había remolque grande, un poco apartado de los demás, que pertenecía al mago del lugar. Un tipo respecto al que le hicieron algunas advertencias el día anterior. Mary aun no conocía a los artistas, el Señor Dai que era el dueño del circo,
prometió los presentaría ese día a las diez treinta. La muchacha volvió al que seria su hogar,para ordenar un poco y luego ir a ver a Zar y Kaiser,los leones que ella y su pareja rescataron de un zoológico privado,donde eran maltratados.Se puso un pantalón negro,una camisa escocesa y unas botas largas, bastante gastadas. En un balde llevaba la carne para alimentar a esos viejos felinos,ya incapaces de vivir en libertad. Mientras iba rumbo a la jaula, por ir mirando las hileras de banderillas que colgaban sobre las improvisadas calles del campamento, se estrello con una caja grande y pintada de forma muy llamativa. El impacto tiro aquel objeto y seguido a eso,
Mary oyó un grito, en una voz grave y potente, que le clamaba por su torpeza.-Discúlpame, es que no lo vi -le dijo en voz baja,frotándose la frente y viendo al piso.
Dejo el balde para levantar la caja y entonces, al inclinarse, vio unas botas negras que le hicieron alzar la vista. Se encontró con un sujeto de aspecto antropomorfico. Una especie de felino,de largas y puntiagudas orejas que exageraban,un poco,su estatura. Tenía la piel púrpura y unos ojos ambarinos que la miraban como si hubiera cometido un crimen terrible.
Muchas especies convivían en ese mundo. Trabajaban juntos,
compartían espacios; pero nunca se relacionaban más allá una especie de amistad si así se le podía llamar a esa convivencia recelosa. Juntos, mas no revueltos. Estaba prohibido y era castigado socialmente e incluso legalmente. Mary había visto a varios de esos antropomorfos, pero nunca hablo con uno antes.-Lo siento -volvio a decir,
después de que él le cuestionara su falta de atención.-A tí no te había visto antes -le dijo aquel sujeto, después de que la muchacha levantara la caja,momento que aprovecho para examinarla con atención.
-Es la mujer del domador -dijo una voz femenina, muy agradable, desde atrás del antropomorfo.
Mary se giró a ver quien habló y se encontró con una mujer de la misma especie del tipo de las botas bien lustrada, que le había estado gritando. Era más pequeña que él,sus orejas eran de menor tamaño también y su piel lavanda. Su cuerpo era muy delgado, pero con una curvilínea silueta. Llevaba una falda larga y un top de color celeste. Era hermosa, pensó Mary. La mujer apoyo, delicadamente,sus manos sobre el brazo de su compañero y con sus grandes ojos azules,
fijos en la muchacha, sonrió.-Tu nombre es Mary ¿Me equivoco?
-Es correcto y tú...
-Soy Kalika y él es Bills.
-Un gusto.
-Entonces tú eres la chica nueva -comentó Bills-¿Y dónde esta el domador?preguntó con interés.
-Salio, volverá pronto. Ahora con su permiso, debo alimentar a los leones- le dijo Mary y paso por su lado para ir hasta la jaula que estaba sólo unos metros más allá.
-¿No te da miedo alimentar a esas fieras?-le preguntó Kalika mientras la joven bajaba la escalinata plegable, para subir y abrir la jaula.
-¿Por qué me darían miedo? Inspiran más ternura que cualquier otra cosa-le contestó y le puso un trozo de carne en el hocico,al león.
Kalika chasqueo la lengua y le sugirió a Bills dejar ese lugar. Él tomó la caja y de reojo miró la muchacha en la jaula. Por ir distraído,casi colisionó con Black, que iba en dirección opuesta a él. Se miraron hostiles y siguieron su camino.
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Tabú
FanfictionUn mundo poblado por diferentes especies el amor entre ellas es un tabú.