Tabú

9._Desagravio

Los namekianos eran un grupo de unos treinta individuos, en ese circo. Tenían sus tiendas en el límite del campamento y sólo eran cuatro,aunque bastante grandes. Una de ellas contaba con tres camastros en medio de un montón de plantas medicinales y fue allí donde Mary terminó.

-¿Perdió el sentido?-le preguntó Dende a la persona que la llevó.

-No- le respondió la muchacha y miro al joven namekiano,que parecía estar a cargo ahí- Tampoco estoy confundida.

En ese momento entraba Kalika en compañía de Bills.

-Yo creí que estabas inconsciente- le dijo la mujer.

-Sólo cerré los ojos y me quede quieta- le dijo Mary, sentándose en el camastro, pero Dende la volvió a hacer acostar.

-Ella esta bien. Ven a revisar a Kalika- le dijo Bills,con ese tono imperativo arraigado en él.

-Enseguida. Sólo déjeme terminar con...

-Estoy bien- lo interrumpió Mary- Puedo esperar -agregó

Mary tuvo la sensación de que sus palabras fueron una especie de permiso, para Dende. Ella no lo sabia, pero había orden de prioridad a la hora de atender a los residentes del circo. A menos que hubiera una auténtica emergencia.

-Es un esguince- declaró el joven namekiano, después de un rato- Va a requerir una férula.

-Tienes que ser un médico muy bueno para diagnosticar un esguince de segundo grado sin necesidad de una radiografía -comentó Mary, con bastante curiosidad.

-Este tipo de lesiones son muy comunes aquí- le contesto Dende un poco incómodo y volvió su atención a Kalika, quien oía como debía cuidar de su muñeca lastimada.

De un mes a mes y medio le tomaría recuperarse. Algo que la entristeció un poco. Su compañero, en cambio, se veía molesto, pero se abstuvo de hacer comentarios en ese momento. En cuanto a Mary, se quedó perdida en las plantas que colgaban de unas macetas. Esa tienda rebosaba de agradables aromas que invitaban a dormir. Sus párpados se fueron cerrando lentamente, hasta que Dende la arrebato de ese mundo,
pidiéndole que no se durmiera.

-Como diga, doctor- le contestó la muchacha.

-No hace falta que me llame así. Soy un curandero nada más.

-Mientes. Fuiste a la universidad.

-¿Cómo lo sabe?

-Por el lenguaje que usaste. Los quiroprácticos no hablan así. Tampoco los curanderos. No digo que ellos sean gente inculta, es sólo que la forma de expresarse que desarrollan es más simple.

-Estudie medicina general- le dijo mientras la examinaba con cuidado, descubriendo una pequeña herida tras la cabeza.

Los dedos de aquel joven le provocaban un cosquilleo agradable, por lo que cerro los ojos.

-Pero prefieres la medicina alternativa- susurro Mary y se sonrió- Huele bien aqui....

-Señorita, no se duerma por favor ¿Me esta oyendo?-inquirió y obtuvo un sonido de afirmación.

Kalika miraba su muñeca mientras iba oyendo a Bills, hablarle de los problemas que acarreaba su lesión.

-Puedes hacer el espectáculo tú solo. En muchos de tus trucos no te hago falta -le dijo Kalika con voz cansada.

-El problema no es el circo- le respondió Bills, mirándola por encima de su hombro- Es el espectáculo para el que me contrataron. El cliente seleccionó la rutina y en ella necesito un asistente.