✰ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 3

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"Nᴜᴇᴠᴏ Oᴠᴇʀᴡᴀᴛᴄʜ"

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 3

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"𝐸𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑜𝑟 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑝𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑒 𝑗𝑢𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎
𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎𝑙 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑒𝑛
𝐸𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑧 𝑒𝑛 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑝𝑜 𝑛𝑜 ℎ𝑎𝑔𝑎 𝑐𝑙𝑖𝑐𝑘
𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑖 𝑛𝑜 𝑐𝑟𝑒𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑠𝑖𝑚𝑝𝑎𝑡𝑖𝑧𝑎𝑟"

~𝑇ℎ𝑒 𝑙𝑖𝑣𝑖𝑛𝑔 𝑇𝑜𝑚𝑏𝑠𝑡𝑜𝑛𝑒

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Pᴜʙʟɪᴄᴀᴅᴏ: *22/03/2021*

Alpes, Suiza // 23 de junio de 2083

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Alpes, Suiza // 23 de junio de 2083

Después de haber estado por un buen rato charlando en el jardín cada uno fuimos por nuestro lado. Hikaru y Froy se quedaron allí y Xavier se fue para echar un vistazo a la planta baja que no vio cuando llegó. Sandra y Amaris decidieron acompañar a Elliot a que buscara en la entrada la llave de su habitación. Al parecer el chico no la cogió cuando se fue hecho una furia.

Yo tomé también las escaleras pero hacia la segunda planta. Al llegar arriba tan solo se veían pasillos y puertas a cada lado, creo que había llegado a las habitaciones. También noté una puerta justo al lado de las escaleras algo diferente al resto ya que todas eran de madera y esa era metálica.

Abrí la puerta para mirar qué había al otro lado y me encontré de nuevo con una hilera de escaleras que subían otra planta más, pero por el aspecto estaba segura de que llevarían a una azotea, tampoco tenía mucha más importancia. Cerré la puerta y cogí la llave de mi bolsillo, la que se suponía que era la de mi habitación con el número 214. Paseé por uno de los pasillos atenta al número que aparecía en los pequeños cartelitos dorados de las puertas, eso realmente parecía un hotel.

No tardé mucho en encontrar la puerta indicada casi al final del pasillo de la derecha. Metí la llave en la cerradura y la giré para por fin poder entrar a la que iba a ser mi habitación por a saber cuanto tiempo.

Al ver el interior quedé bastante conforme, era más amplia de lo que pensé en un principio, el suelo estaba cubierto por una moqueta blanca que contrastaba con la pared de madera, lo hacía ver como si estuviera en una acogedora cabaña de algún bosque perdido, lo cual no estaba tan alejado de la realidad ya que aquel edificio estaba perdido por algún lugar de los Alpes suizos. Había también un escritorio frente a la ventana del fondo, a la izquierda estaba la cama con sabanas blancas y a la derecha un gran armario para meter ropa o cualquier otra cosa que quisiera, por último al lado del armario se podía ver una puerta más que al abrirla dejaba a la vista un cuarto de baño simple.

Los héroes nunca mueren | Inazuma Eleven OrionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora