𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋𝐇𝐄𝐓 || Dicen que la palabra es un arma, por eso el silencio es un escudo
【 Todos tenemos miedo a
algo, Astlyr, a que suceda
lo mismo que en el pasado.
...
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|| Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad ||
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...Eres la espia de mamá, ¿no?
—¿A qué te refieres con eso? —. Preguntó Astlyr en lenguaje de señas.
—Sabes a qué me refiero —. Dijo Norman. —Para empezar, en la mañana, cuando te enseñé donde estaba la cuerda, parecías estar consternada... como si hubiera cometido un error... pero te diste cuenta fácilmente de mis planes, así que usaste la confianza de Don y Gilda sobre ti para saber el paradero de las dos restante y así... sacaste todas las cuerdas.
—No entiendo de lo que hablas, Norman.
—Cuando el juego de las atrapadas con la hermana acabó, todos estaban reunidos hablando entre si, todos menos alguien... Yuzuru. Ella solo confía en ti y viceversa, así que le ordenaste espiarnos y así fue como escuchó nuestra conversación y te lo dijo, te dijo donde estaban las cuerdas.
—No hay forma de negarlo, Astlyr —. Le dijo Ray. —Solo responde a la pregunta, ¿eres la espia de mamá?
La ojidorada los observó atentamente, buscando algún punto de debilidad, pero supo que estaba acorralada, cosa que no le importaba, al fin de cuentas, todo iba acorde su plan. Bueno, casi. Nunca esperó que el robar todas las cuerdas funcionaría para que Norman y Ray pensaran mas allá, pero agradecía que no se hubiesen desesperado.
Ella se acercó al par para abrazarlos, a su lado izquierdo estaba Norman y a su derecho Ray. Puso su cabeza en los hombros de ambos niños cerrando sus ojos, disfrutando el abrazo, pero luego los abrió sabiendo que tenía trabajo. Pasó su mano derecha por la oreja izquierda de Ray, específicamente en donde estaba el rastreador.
Suspiró.
—Y pensar que lo estaba haciendo bien, dejé que hicieran lo que quisieran mientras los espiaba... —. Dijo en voz alta con tono de burla cerca del oído de Norman, para reír levemente. —Error mio.
