|| 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟾 ||

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|| Lo que nos depare mañana, no podemos saberlo ||

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|| Lo que nos depare mañana, no podemos saberlo ||


DOS SEMANAS DESPUÉS

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DOS SEMANAS DESPUÉS

—¿Sucede algo mamá? —. Pregunta Astlyr en un susurro cuando entró a la oficina de la mayor.

Isabella se encontraba leyendo una carta mandada por la abuela, dejó el papel sobre el escritorio y miró con sus dos orbes violetas a la niña que estaba de pie ante la mesa, sonrió dulcemente para asentir y levantarse del asiento. Caminó hasta ponerse detrás de la castaña y posó sus dos manos en los hombros de la menor, esta se tensó un poco sintiendo el peso que cargaba Isabella en ella, pero se confundió al ya no sentir sus manos.

—Es hora —. Dijo la mayor, la ojidorada entrecerró sus ojos. —Te invito a leer la carta.

Astlyr tomó el pedazo de papel entre sus manos y empezó a leer lenta y cuidadosamente cada palabra escrita, sus ojos se abrieron por un momento de la sorpresa pero volvió a su rostro de siempre, el cual estaba formado por una leve sonrisa.

—Ya veo...

A la mañana siguiente, los huérfanos de Grace Field se sorprendieron al ver la ausencia de su hermana mayor, Astlyr. Los más pequeños que acostumbraba en buscarla para que esta los mimara, hicieron pucheros molestos por su falta de presencia, mientras que los mayores quienes sabían el secreto se preocuparon.

Yuzuru movía su pie de arriba y abajo ansiosa de saber porque Astlyr no se encontraba con el resto, pensó que tal vez estuviera en la enfermería por algún resfriado o algo por el estilo, o tal vez se quedó dormida leyendo libros y por eso no estaba en el comedor con el resto.

Pero sus preguntas aumentaron al escuchar hablar a su mamá.

—Debo de informar que su hermana Astlyr fue traslada a un hospital para hacerle unos exámenes, cosa que no puedo hacer con los implementos que tengo aquí. No se preocupen, volverá pronto —. Dijo Isabella con una sonrisa para juntar sus manos y orar. —...Gracias por la comida.

𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋𝐇𝐄𝐓; 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora