|| No confíes en el lobo vestido de cordero ||
La castaña abrió sus ojos para ver al reloj de su habitación hacer su típico sonido "Tic, Tac". Se estiró antes que nada, luego eligió ropa limpia para salir de la habitación e ir al baño a darse una ducha. Arreglada y aseada volvió a su cuarto privado y tomó el cuaderno que reposaba en su escritorio, tomó el objeto junto a un bolígrafo para bajar las escaleras e ir a la cocina.
—Buenos días, Astlyr —. Le deseó Isabella.
—Buenos días, mamá —. Susurró.
Ambas empezaron a preparar todo lo primordial para el desayuno, desde hace cuatro años que Astlyr hacia eso. Levantó la mirada al escuchar cómo sonaban las campanadas dando a entender que eran las seis de la mañana.
El alboroto no se hizo esperar, Astlyr cerró sus ojos escuchando como hablaban entre si los niños del segundo piso. A la cocina entraron Norman y Ray quienes desearon los buenos días a Isabella y Astlyr, la castaña tomó su cuaderno y puso la primera página.
—Buenos días —. Ambos niños leyeron.
—¡Buenos días! ¡Don! ¡Conny! ¡Y por supuesto, a nuestra pequeña preciosa Bernie! —. Frunció el ceño al escuchar la voz de Emma, la niña tenía un tono de voz muy alto para Astlyr. —...¡¡Me los voy... a comer!! —. Astlyr saltó en su lugar por el inesperado grito, Isabella masajeó la espalda de la menor en busca de darle consuelo.
Norman y Ray salieron de la cocina con una jarra de jugo y una gran olla. A la cocina entró Anna y Nath quienes tomaron unas canastas con pan y fruta, se las llevaron al comedor para colocarlas en cada puesto.
—¡Bueghnos guhias! —. Decía Emma con Phil abriendo su boca con sus manos. —¡Norman! ¡Ray!
—Buenos días, Emma —. Le saludó Norman amable.
—"Bueghnos guhias", Emma —. Se burló Ray.
—Alguien tan llena de energía esta mañana... y aun no has desayunado —. Dijo Norman.
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𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋𝐇𝐄𝐓; 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧
Fiksi Penggemar𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋𝐇𝐄𝐓 || Dicen que la palabra es un arma, por eso el silencio es un escudo 【 Todos tenemos miedo a algo, Astlyr, a que suceda lo mismo que en el pasado. ...