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Benditos milagros de primavera, 2019

Una llamada y un mundo de alegría.

—Voy a ver a mi nieto, Blue. Después de cinco largos años, debe estar tan alto. —Violet irradiaba luz, jamás olvidaré la emoción y el brillo de sus ojos—. Va a visitarme un par de días durante el verano, tengo tantas ganas de abrazarlo y de que lo conozcas, es un chico verdaderamente encantador. Tengo tantas preguntas que hacerle y... —Ella se fue a la habitación enumerando lo que supongo eran los planes que tenía para cuando viera a su nieto.

No voy a negar que parte de mí estaba asustado para Violet era importante que nos lleváramos bien. Claro que alguna vez había cruzado palabras básicas con su nieto por el teléfono de línea maltratado que pedía a gritos que lo remplazaran por algo más moderno como un celular, pero como Violet los había bautizado "cosa del demonio" eso no iba a pasar y no ocurrió.

Los días pasaron y tome una decisión, Violet necesitaba recuperar el tiempo perdido con su nieto a solas, no podía estar allí siendo un estorbo. Ahora soy consciente de que no habría sido una molestia mi presencia para Violet, pero por suerte en aquella época no pensaba así.

—No puedo quedarme a dormir en la cafetería, sería antihigiénico. Pero ni que pudiera evaporarme, ¿qué hago?—suspiraba mientras preparaba las tartas del día junto a Orange.

—Que bueno que me lo preguntes, porq-

—Era una pregunta retórica —lo interrumpí.

—Como decía: que bueno que me lo preguntes, porque aquí tienes a tu salvador para servirte —Hizo una reverencia—. El chico va estar nada más dos días y no quieres estar todo el día dando vueltas, así que... —Lo vi dudar un segundo, frunció los labios y dudoso exclamó—: Así que, qué te parece sí nos vamos un día a acampar y volvemos al día siguiente por la tarde, además de todas formas van a cerrar el café mientras este él; puedes conocer al nieto de Violet sin estar todo el rato encima siendo el mal tercio.

—No creo que se aplique en este caso lo del mal tercio.

—Bueno, pero lo serías. Yo ya te di una solución, ahora está en ti ser o no el mal tercio.

—De acuerdo —le respondí—. A parte, una vez que tienes una buena idea, no voy a menospreciar el milagro —Contuve la risa.

—Que feo, burlarte de tu salvador.

—¡Oh, salve gran salvador! —Imite la voz de Orange y ambos terminamos riéndonos.

Blue

366 días ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora