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El día siguiente al campamento, 2019

Orange y yo regresamos tomados de las manos bajo el sol de verano. Desde la puerta escuchamos la voz de Violet y la risa cristalina de su nieto. Entramos y vi la silueta de ambos en los sillones del jardín, Orange me ayudo a quitarme la mochila, estaba asustado y él lo notó.

—Blue, ¿estás bien? —Susurró y yo negué, era un hecho no me gustaba conocer nuevas personas, pero esto era diferente se trataba de la familia de Violet—. Vamos, te acompañó.

Cuando fuimos libres de nuestras cosas caminamos hacía el jardín y al cruzar el último umbral: el universo me escupió en el rostro.
A veces el pasado aparece frente a tu puerta y entra sin que lo invites.
Tengo grabada la sensación de vértigo que me invadió cuando me choque con una mirada que tanto conocía y como ese reencuentro casi me costó la vida.

Así, volví a buscar refugió en mi diario.

Trozo de papel...
A veces olvido lo ingenuo que soy, cada vez que creo superar el pasado algo me recuerda quién soy realmente. No merezco amor o cariño, soy un objeto. Él tenía razón, padre siempre estuvo en lo cierto no puedes huir de quien eres.
Me pregunto si no debería dejarlo todo, si no debería regresar a Londres o irme eternamente antes de que sea demasiado tarde y lastime a Violet... y a...

—Blue —su voz diciendo mi nombre fue igual a una bala atravesándome el pecho.

Y yo susurre su nombre.

Gray.

Blue

Estaban todos reunidos el pasado, el presente y el futuro... Gray, Violet y Orange.
Recupere la compostura y fingí una sonrisa toda la tarde hasta que se fue.
Gray no fue culpable, nadie tuvo la culpa ni siquiera yo de lo que pasó después. Pero ver a Gray había sido el detonante para despertar los monstruos invisibles y llevarme a los monstruos pasajeros.
En la madrugada huí.

Blue

366 días ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora