366 días ✔

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15 de febrero, 2016

Querida Violet:

Recuerdo que una tarde en el café me dijiste que me aislaba del mundo y es cierto. No confío en las personas, siempre me he aislado, me escondo y por lo general esquivo las preguntas.

No me fío de nadie porque el mundo me enseño a desconfiar.
Me aíslo porque evita que salga más herido.
Me escondo del pasado porque no quiero volver a caer en él.
Y no respondo las preguntas porque nunca me han traído nada bueno.

Pronto cumpliré diecisiete, los últimos ocho años los pasé tratando de sobrevivir. Siempre me decía que un día sería libre, pero en el fondo sabía que eso no pasaría.
Una vez hice un amigo y le confíe mi secreto accidentalmente, sin embargo de una noche a otra se evaporó como la niebla; por un tiempo lo lamente, hasta que una mañana la soledad me ayudó a tomar una decisión: quería vivir o al menos intentarlo.

Y vine aquí.

Me gustaría decirte que me fui porque mis padres eran estrictos, eso sería mentir y me prometí que no lo haría, no contigo. Pero tengo miedo de las consecuencias que acarrea la verdad.

Hui porque no quería que la oscuridad de un hombre siguiera definiendo quién soy.

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