Capitulo 9

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ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ


Mew

Bajé del avión sintiendo el frío de Tailandia, estábamos de vuelta. Pero el frío no era lo que me tenía de mal humor, sino que todas mis vacaciones habían sido atormentadas por el niñato en mi cabeza.

Me extrañaba no saber nada de él, había mandado que me ordenaran sus movimientos, pero parece que no había señales de él.

—Vamos Mew—Cho me dio mi maletas y con los demás subimos a los autos.

Cuando llegamos a casa un chico peli negro se encontraba sentado en la puerta, al vernos se paró y nos miró furioso.

—¿Quien es?—pregunté a los demás.

—Es Tul Pakorn, amigo de Kanawut—Max me miró confundido.

Esto no era nada bueno.

—Seguro que el idiota se metió en algo—rió Bright recibiendo una mirada asesina de mi parte.

Bajé de la camioneta y camine hacia el chico.

—¡Idiotas!—nos insultó, caminando hacia nosostros.

—Genial, tiene el mismo carácter que la puta—Krist le pegó una abofeteada a Bright.

—¿Que pasó niño fuerte?—Max lo miró divertido.

—¡Niño!...agh, por su culpa secuestraron a Gulf—gritó.

—¿Que dijiste?—le pregunté alarmado.

—¡Que por su culpa se llevaron a Gulf, al mantenerlo aquí al salir quedó totalmente expuesto a los traidores de los que se esconde y los que quieren su puesto, aparte de todas las entregas que tenía que hacer y no pudo y ahora lo quieren matar!—gritó furioso.

—No es nuestro problema—Max pasó por su lado no sin antes darle una mirada.

—Oh pero lo será cuando averigüen su base de datos y figuren todos los clubes S—rió haciendo que todos quedaran en shock—Sus clubes van a quedar totalmente expuestos y por eso debemos encontrar a Gulf antes de que sea tarde—me miró nervioso—Y se que ustedes me pueden ayudar.

Gulf

—Ya te dije que no te voy a decir...¡ahh!—grité cuando el agua caliente impactó en mi espalda.

—En un rato volveré y será tu última oportunidad—me amenazó.

Me arrastré hasta la pared y me apoye en ella con mi brazo derecho, el otro me dolía. En estos días pude ver otros prisioneros algunos iguales que yo.

Habían sido los peores días de mi vida, me habían torturado con fuego en mis brazos, latigazos, golpes, agua caliente, agua fría, cuchillos y muchas cosas más. Ahora tenía fiebre y varias infecciones, lo que me mantenía vivo era Mew y el pobre de Tul.

Marxiel y Valentin volvieron a entrar pero esta vez con lo que parecia ser unos...¿juguetes sexuales?, oh Dios.

—Como eres una pequeña perra decidimos traerte unos jugetitos—Valentin acarició mi mejilla con el cuchillo—Eres muy sexy—cortó mi pantalón y lo sacó.

Enemigos| ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora