Enemigos| ᴹᴱᵂᴳᵁᴸᶠ

Epilogio

ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ

Dos años después

Gulf

—¡Te dije que tuvieras cuidado idiota!—Krist volvió a pegarle a Tul que por quinta vez había tirado la salsa que Cho había preparado para la cena, el resto reíamos por la escena. 

—¡No es mi culpa que estés estorbando acá en el medio!—gritó Tul mirándolo. 

—¡Salgan ya de la cocina!—Y todos nos carcajeamos aún más al ver a Cho persiguiendolos con una cuchara de madera. 

La chica a mi lado reía apoyada en la mesada mientras su novio perseguía a los otros dos. 

—¡Llegaron los jefes!—gritó el pequeño, no tan pequeño Plan corriendo hacia la cocina claramente con hambre. 

—Hola pequeño hambriento—Max alborotó su cabello haciéndolo reír y fue directo a su ahora novio oficial.

Acarició su nuca y lo atrajo hacia él, dándole un beso con lengua y todo. 

—¡Ah bueno, ya vinimos calientes hoy!—Dijo Krist llevándose una mirada amenazante de su hermano. 

—Si, calma un poco a tu hombre porque me tiró toda la comida—Dijo Cho hacia Max quién sonrió mirando a su novio hiperactivo. 

Unos brazos se enredaron alrededor de mi cintura y un gran cuerpo que perfectamente conocia se pegó al mío. 

—Hola mi niño—se me erizó toda la piel al escuchar el susurro en mi oído de mi hombre. 

—Hola amor—me volteé y le plante un besos en los labios, como lo había extrañado. 

—Bueno la comida está lista, llamen a los tortolos—adivinen quienes eran los tortolos. 

Me separé de mi hombre y me fui al living donde estaban Bright y Win, como siempre Bright sobre Win besándolo como si no hubiera un mañana. 

—A comer, ya sabemos que hoy comieron salchicha pero ahora toca pasta—reí. 

—¡Idiota!—Gritó Bright como siempre.

Desde que habíamos vuelto del hospital, estos dos habían sido inseparables y la discapacidad de Win no había evitado que estos tengan sexo todos los días, creo que nos ganaban a Mew y a mi. 

Ayudé a Bright a pasar a Win a la silla y todos juntos fuimos a cenar. 

—Te ayudo—Yihwa, la novia de Cho ayudo a Samantha a subir a la silla quien le dió una linda sonrisa a la chica. 

Nos sentamos y como siempre comenzamos a charlar, una mano grande se posó en mi pierna. 

Miré a mi hombre y dejé un beso en sus labios, observé al resto, a mi numerosa y unida familia. 

Bright 

Hasta mañana chicos—saludamos al resto y con ayuda de Plan subimos a Win hasta nuestra habitación. 

—Hasta mañana pequeño, gracias—besé su mejilla, amaba a este niño. 

—Hasta mañana hermano—besó la cabeza de su hermano, el niño nos dió un abrazo a cada uno y se fué a su habitación. 

—Vamos a acomodarte—le sonreí a mi pareja y quité su camiseta para ponerle la del pijama. 

Lo cargué al estilo novia y lo acosté en la cama.