Capítulo 14: ¿La Emperatriz, una boda?

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Mi grupo de amigos sale inmediatamente de la cabaña, los veo con vendajes, parches y hasta han utilizado los jarabes. Increíble cómo los Yōkais perciben todas estas cosas.

-¿Qué ha pasado con Kagome, y quien es esta?-

-Inuyasha… Abajo.- Invoco el conjuro.

El Hanyoū se estampa suavemente contra el suelo. Se levanta rápidamente y me examina.

-Kagome.- Susurra con melancolía.

Algo en mí me lleva a su encuentro. Me abraza y lo siento sollozar.

-Creí que te perdía, hemos orado por ti.-
Le devuelvo fuertemente el abrazo, y me alejo un poco.

-Estoy bien, nadie podrá conmigo.- Le guiño.

-¿Qué ha sucedido, por qué estás así?-

-Jaken.- Lo llamo. -¿Podrías explicar?-

Jaken mira a Sesshōmaru y este le da una mirada mortal, rápidamente se coloca junto a mí.

-La ama Kagome, ha sido liberada de su sello, la profecía dictaba que el único que podía romperlo era su hilo rojo.-

Todos continúan aún sorprendidos y bastante confundidos.

-¿Su hilo rojo?- Sango mira directamente a Sesshōmaru.

-Mi amo bonito es su hilo rojo.-

-¡Keh! ¿Qué es esa estupidez? La querías asesinar cuando la conociste y ahora ¿Ella es tu hilo del destino?-

-Siempre he sido su destino.- Le sonrío a Inuyasha. -Así como Kikyo el tuyo.-

Le he dado en el clavo.

-Podrías inclusive haberte quedado con Koga.-

El lobo solo rueda los ojos, ha prestado bastante atención todo el momento.

-El pergamino existe hace cuatro mil años, por eso el amo nunca ha podido matar a la ama Kagome, ni ella ha podido herirlo. Estaban destinados alejados del tiempo.- Jaken finaliza.

-Prometo continuar visitándolos, y traer suministros.-

-¿No te quedarás?-

Se me descuadra la cara. Inuyasha parece un niño berrinchoso qué teniendo dos paletas le quitan una. Aunque realmente esa paleta nunca ha sido suya, solo ha tenido que cuidarla.

-Inuyasha.- Le tomo una mano. -Agradezco que hayas cuidado de mí todo este tiempo, hemos tenido muchos fallos, pero mi camino no es aquí.-

Abrazo a todos mis amigos, Koga me abraza respetuosamente mirando a Sesshōmaru.

-¿Al menos sientes algo por ella?- Dice Inuyasha.

Miro a mi demonio. Su mirada para mí es única, me grita con su perro interior cuanto afecto y deseo siente por mí.

-No hay duda de que lo hace.- Le digo.

-Mi señora, ¿Me va a dejar aquí?- Yui me dice.

-Puedes venir y servirme o puedes quedarte con la manada de Koga o Inuyasha.-

-Sabe que mi lugar es con usted.- Me sonríe.

-¿Vas a quedarte por hoy? Me gustaría ver qué tienes.-

-¿Estás seguro Inuyasha? No quiero ir al Inframundo por tu alma.-

-¡Keh! No podrás tener tanta oportunidad conmigo.-

Nos sonreímos retadoramente, me dirijo hacia Sesshōmaru.

-¿Está bien que nos quedemos?-

-Destrózalo.- Me dice. -Atenderé algo.-

Todo es lo que parece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora