Todo es lo que parece.

Capítulo 15: Nuevos problemas.

Terminamos la cena amenamente, todos se adentran en sus cabañas. Me siento el roca y creo una barrera, sus colores han cambiado, es celeste combinada con un lila.

Es increíble. La presencia de Shippo se mueve y la de Inuyasha también, ambos vienen a mí.

-¿Necesitan un choque de mi Reiki para dormir?-

-No seas pretenciosa, solo quería conversar un poco contigo, imagino que Shippo también.-

El adolescente y el híbrido se sientan a mi lado. Momentos así recuerdo cuando nos conocimos. Ha pasado tanto tiempo de aquello.

-Felicidades por tu boda, Inuyasha.-

-No vengo para hablar de eso.- Me mira bastante serio. -Quiero revivir al menos una vez los viejos momentos.-

-Justo pensaba yo eso, cuando no era más que un zorro asustadizo, y hoy puedo pelear con Yōkais.-

Sango y Miroku salen de su cabaña, nos juntamos en grupo, y encendemos una fogata, Kirara se mantiene cerca de Inuyasha, como siempre ha sido.

-Los buenos tiempos.- Sonrío melancólicamente.

-A veces extraño usar mi vórtice, y las continuas peleas con monstruos.-

-¡Keh! ¿No acabamos de derrotar a unos infelices?-

-Sí, y lo hemos hecho juntos.-

Todos nos encontramos melancólicos. Hemos sido un grupo bastante unido, y fuerte. Así como vivimos desgracias, vivimos maravillas.

-Yo solo pediría que mi familia estuviese de nuevo conmigo, estoy eternamente agradecida de que Kohaku esté vivo, pero, sé cuánto extraño a los demás.-

-También me gustaría volver a estar con mis padres y que vieran mi progreso, me alegra mucho que Kagome haya estado siempre a mi lado, soy bastante feliz de ser tu hijo adoptivo.-

Me abrazo fuerte a mi zorro adolescente.

-¿Tu extrañas algo Kagome?- Inuyasha me saca del abrazo.

No es que extrañe algo, pero habría entonces querido mucho antes haberme quedado con Sesshōmaru, así evitaría todo el dolor que sentía cuando Kikyo apareció.

Debí haber estado a su lado desde el momento que logré sacar a Tessaiga con mis propias manos.

-Creo que solo extraño cuando estábamos así reunidos.-

Puedo ver una pizca de desilusión en sus ojos, sí, sé que ha querido que diga que extraño nuestros momentos, pero no es así.

-¿Y tú Inuyasha, extrañas algo?-

-Supongo que encontrarme con algún desgraciado y demostrarle quien manda.-

Todos nos reímos al unísono. La noche termina con todos contando anécdotas de nuestros momentos. Ya de madrugada solo Inuyasha continúa conmigo.

-Dime Kagome.- Su tono es serio. -¿Te hace feliz?-

-¿Quién?-

-No seas tonta, ¿Mi hermano te hace feliz?-

-Deberías dejar de desconfiar de Sesshōmaru, claro que soy bastante feliz.-

-Sé que si sucede algo malo entre ustedes, querrás volver a tu época si es que el pozo sigue abierto para ti, pero antes quiero que veas a Koga, sé que no vendrás a mí, pero al menos, busca refugio en él.-

Me sorprendo de sus palabras. Le tomo la mano con cariño.

-Gracias Inuyasha, de una manera u otra siempre has cuidado de mí.-