Capítulo 3

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NICHOLAS

Después de echarle un último vistazo a esa chica, me fui a mi mesa asignada junto con mis abogados, los empresarios ya estaban en la mesa esperándonos por lo visto.

– Muy buenas tardes a todos ustedes

– Buenas tardes señor Morgan, esta reunión la he solicitado porque queremos lanzar un nuevo producto, que le va a fascinar y va a tener una buena ganancia

– Y usted señor Pierce, como cree estar tan seguro de  que este nuevo producto pueda darme mucho dinero más de lo que ya tengo

– Pues, ya hemos hecho las estadísticas de como poco a poco este producto va a ser muy cotizado por las personas, si desea mi asistente va a darle un folder con la siguiente información – se acercó su asistente a darme el folder, lo revise y vi que iba a tener una buena ganancia con este producto, después de revisar todo, le pase a mi abogados para que ellos lo chequeen también

– Y también este producto ha sido visto por algunas personas voluntarias y quedaron fascinado con el

– Me parece muy interesante esta propuesta que me das, pero quiero un poco más de tiempo, para pensarlo con mis abogados y en unos días te daré la respuesta

– Me parece perfecto mientras que usted tenga en cuenta el producto yo estoy satisfecho

– Y dígame que le parece si pedimos nuestra comida

– Por mi está bien

Hice una seña para que vengan a darnos la carta del menú de hoy, sin darme cuenta vinieron una cuantas meseras para atendernos y entre ellas estaban la chica que había visto.

– Muy buenas tardes a todos, que es lo que desean que comer

Todos pedimos nuestro respectivo menú y las meseras se retiraron, pero una de ellas se quedó un poco más ya que le pedí de favor que me diga cómo se llama esa chica que estaba a su lado y a que hora sale de trabajar  por suerte me dijo que se llama Victoria y que sale a las 10 de la noche , por el favor que me hizo le di unos cuantos billetes y que no diga nada a nadie de lo que hablamos a lo cual ella accedió.

Al rato, dejamos de hablar de negocios y  todos nos despedimos, yo salí del restaurante y llamé a James, para que me lleve a mi casa de lujo.

– Señor Morgan donde desea que lo lleve

– Llévame a la casa y a las 9:20 quiero que me lleves a este mismo restaurante

– Está bien señor Morgan

VICTORIA

Apunte los pedidos de los empresarios y el que había visto en la entrada aun me seguía mirando y eso me daba miedo, ya que su mirada es muy a fuerte, admito que es muy guapo, pero una así me intimida y no me da buena espina.

Le mande el pedido a Marlon que es el chef, mientras se puso a cocinar con los demás chicos, me dispuse a tomar un poco de agua y estar relajada.

Paso un rato y ya los pedidos estaban listos, y hasta ahora no sé cómo pueden ser todos ellos tan rápidos en la cocina, aunque eso nos conviene y no nos tardamos con los pedidos, mientras que algunas de las meseras llevaban los platos a cada uno de los empresarios, a mí me toco llevar el pedido del ese tal chico que me da hasta escalofríos.

– Acá les dejo sus pedidos, desean algo más

Unos de los empresarios hablo y dijo que todo está bien.

– Espero que disfrutes de estos platillos que están exquisitos, nosotras nos retiramos

Todas las chicas nos fuimos a atender a otros clientes, excepto una que se quedó con ese tal chico con cara intimidante, no le di importancia y  mientras que poco a poco más gente venía y sabía que hoy iba a hacer un día muy cansado.

Felizmente todos los empresarios se fueron, ya que ese chico me estuvo mirando todo el tiempo.

Ya era de noche y me tenía que ir a mi departamento, me cambie de ropa y me puse un abrigo y al salir de ahí me despedí de todos mis amigos del restaurante.

Cuando estaba a mitad de camino para llegar a mi departamento, me di cuenta de que una camioneta negra me estaba siguiendo, no pude ver bien quien estaba adentro de esa camioneta, ya que sus lunas eran polarizadas, de seguro será mi imaginación y solo era una coincidencia de que que vamos al mismo lugar y ya.

Cuando llegué al edificio, me di cuenta que la camioneta negra ya no estaba, yo y mis imaginaciones, me dirigido a mi departamento veo a mi mamita sentada esperando como siempre, cuanto la amo.

– Buenas noche mamita, como fue tu día hoy

– Hola mi niña, me fue muy bien, vino Paul a visitarme y conversamos un rato, mientras comimos un rico queque que prepare

– Así mamita, que bueno, espero que me hayas guardado un pedazo de queque

– Claro que si mi niña y te deje un pedazo bien grande, bueno yo ya me voy a descansar hasta mañana mi niña

– Hasta mañana mamita

Apague todas las luces y me fui a mi cuarto, me puse mi pijama y también me puse a poner mi alarma, acto seguido me eche en mi cama y me dispuse a dormir.

OSCURA OBSESIÓN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora