Capítulo 11

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Victoria Williams

Estaba lista para mí primer día de trabajo, todo debe de salir perfecto, me maquille y me cambie de ropa de la forma más extravagante que pude, para llegar a tener una buena impresión.

Me despedí de mi amor y de paso le di una tarjeta de la empresa por si pasa algo.

Estoy esperando que el bus para ir a la empresa y de pronto veo a un anciano que se comienza a acercarse a mí.

– Muy buenos días señorita, disculpe que la moleste pero quería saber si usted me puede ayudar, es que es algo urgente, sé que no me conoce pero le agradecería de antemano

No sé si hacerle caso, pero es un señor de edad, así que me da un poco de pena y pienso ayudarle, aparte que el bus creo que se va a tardar un poco.

–  Si está bien no sé preocupe señor, dígame en qué le puedo ayudar

– Bueno hace un momento yo estuve con mi nieta, recién habíamos llegado a este paradero, de la nada ella me suelta la mano y se fue corriendo no sé dónde, yo estoy muy preocupado temo que le haya pasado algo y en verdad necesito que me ayude a buscarla, le he hablado a varias personas pero nadie me quiere ayudar

– Esto que me dice es muy grave que le parece si llamo a la policía mientras que nosotros buscamos a su nieta, le parece

– Muchas gracias, le agradezco bastante

Me puse a llamar a la policía y dijeron que en unos minutos llegan al lugar en donde estamos.

Mientras que él señor y yo comenzamos con la búsqueda de ella niña, recordé que se me hará un poco tarde al trabajo, pero vale la pena ayudando al señor.

– Mire señorita ahí está el peluche de mi nieta, ella nunca lo suelta

Estamos al frente de un callejón y el señor señaló un contenedor que estaba allí, efectivamente estaba un peluche tirado.

Voy a recojer el peluche y antes de decirle algo al señor, siento que me ponen un paño en la boca, miro al señor y este me dice algo.

– Lo lamento, pero me van a dar un buen dinero

Con solo escuchar esas palabras, sé que me va a pasar algo peor.

Antes de quedar inconsciente por completo, veo que me meten a una camioneta negra, después de eso pierdo la conciencia.

Abro mis ojos y veo que estoy en una habitación desconocida, estoy tirada en una cama y lo primero que hago es ir a abrir la puerta, pero me es imposible está está cerrada.

Voy a ver las ventanas y están son polarizada, aparte de que tiene barrotes.

No sé qué hacer me siento asustada, no puedo salir de este lugar, estoy encerrada, tampoco sé quién hizo esto.

Me siento en la orilla de la cama y antes de pensar en cómo salir de aquí, siento que abren la puerta.

Veo a una señora con una bandeja, llena de comida.

– Muy buenas noches señorita Williams, le traigo la cena

– Ayúdame a salir de aquí por favor, no sé qué esta pasando y estoy muy asustada – le agarró del brazo mientras le suplico

– Lo lamento mucho señorita, no la voy a ayudar, pero lo único que le puedo decir es que hágase la idea de que nunca va a poder salir de este lugar

La señora dejo la bandeja el la mesa de noche y antes de que yo valla a ir a salir de la habitación, está cerro la puerta con llave.

Lo que me dijo, me dejó helada, como es posible esto, saldré de aquí cueste lo que cueste, mi mamita y mi novio estarán preocupados por mí y ellos son mi vida.

Tengo hambre, así que veo la comida que está en la bandeja, dudó en comerlo ya que puede llegar a tener algo, prefiero morirme de hambre antes de probar esta comida.

Lo único que hago es echarme a la cama y pensar en cómo salir de este lugar.

Nicholas Morgan

Señor Morgan, todo está como lo pidió

– Gracias James y antes de que te vallas dile a Patricia que venga acá

– Como usted diga señor

Todo estaba perfecto, la tenía a ella a unos cuantos metros de mi lado.

Ahora la tengo solo para mí y nada ni nadie me va a poder quitar de mi lado a mi linda Victoria.

– Muy buenas noches señor Morgan, usted me llamaba

– Sí, quiero saber cómo está mi novia

– Está muy bien un poco desconcertada por lo que está pasando, aparte ya le di su cena

–  Muchas gracias Patricia, ya sabes que de aquí para afuera nadie debe saber esto

– No se preocupe señor, ya se lo que tengo que hacer

– Que bueno que lo sabes, ahora sí te puedes ir

– Está bien señor que tenga buena noche – se va a su respectiva habitación

Sacó de un estante una botella de mi delicioso Bourbon y lo hecho en un vaso con hielo, mientras pruebo este rico licor, me voy a mi estudio a pintar.

Son las 2 de la mañana y salgo de mi estudio un poco ebrio, llendo al cuarto de Victoria.

Me dispongo a abrir la puerta y la veo dormida en la cama, se ve tan frágil y hermosa, así que dejo mi botella a un lado de la mesa de noche y me hecho al costado de Victoria.

Tocó suavemente su mejilla y felizmente no se despierta, ella es tan perfecta y solo para mí.

Las ganas me llaman y le doy un beso, el cual hace que se mueva un poco, así que decido irme de la habitación.

Tomo un poco más del licor y lo dejo tirado en el piso, me quito toda mi ropa y me hecho en mi cama.

Me pongo a descansar, pensando que mañana será un lindo día al lado de Victoria, mi novia. 






OSCURA OBSESIÓN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora