HIJO DEL DESTINO. Hablemos de amor. ☀️🌻

CAPÍTULO VI

No pierdo nada con intentar
¿Verdad? Omega.

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Gulf salió de la oficina del CEO con una sonrisita maliciosa de medio lado y los pasos ligeros un tanto traviesos. El omega estaba jugando con la cordura de su compañera de trabajo.

— ¿Qué diablos haces tanto tiempo metido en la oficina de Mew? ¡solo te pidió una taza de café! — Liz sonaba muy irritada, no sabía que estaba sucediendo entre el alfa y omega, pero presentía que su subalterno estaba logrando lo que ella no consiguió en esos dos años de ser la secretaria de Mew.
Pero no podía probarlo, no importa cuántas veces irrumpió la oficina del alfa, ellos siempre estaban muy serios trabajando, el omega escuchando las indicaciones del CEO sin siquiera intentar acercarse.

Ya habían pasado seis semanas, Gulf ya dominaba perfectamente su trabajo, prácticamente ya no necesitaba que lo capacitaran, algunas veces tenía alguna duda y si Liz se abstenía de ayudarle, él simplemente usaba alguna excusa para ir junto al CEO y hacia la pregunta directamente a su jefe.

Lo bueno de ser mimado.

Gulf se encogió los hombros con su habitual sonrisa insolente— obedeciendo al jefe— respondió como si fuera lo más obvio del mundo, luego bajó sobre el escritorio todas las carpetas que Mew le había dado, cada uno con diferentes indicaciones.

— Ya ríndete cariño— los interrumpió Kevin —el nuevo secretario ha llamado la atención del CEO, tu mejor opción soy yo chiquita.

— En tus sueños— respondió Liz mirando al gerente de marketing con desprecio— una omega como yo merece algo mejor—.

Kevin ignoró el desprecio de la omega y se apoyó sobre el mostrador de mármol para sonreírle con coquetería a la joven secretaria.

—Hola Gulf— saludo Cris, otro alfa que venía con Kevin. Los dos alfas siempre buscaban la oportunidad de acercarse al puesto que compartían los omegas intentando coquetear.

—¡Qué bueno que te veo Cris! — saludo animado el omega ignorando el ronroneo del alfa al pronunciar su nombre, tomando una de las carpetas que trajo de la oficina de Mew, pasándole el objeto al supervisor de seguridad — El CEO quiere que hagas de nuevo tu informe— sonrió de lado—  dice que este es una porquería

Kevin soltó una risa burlándose de su amigo, dándole unas palmaditas de consuelo— ¡eso te pasa por coquetear con el omega del jefe, imbécil!

— ¡Éste omega simplón muerto de hambre no es nada de Mew!— regaño celosa la secretaria queriendo siempre menospreciar a todos a su alrededor.

— No pierdo nada con intentar. ¿Verdad? omega— coqueteo Cris cerniéndose atrevido sobre el menor con su mirada clavada a la boca del omega.

Gulf levantó una ceja al escuchar que el alfa se atrevió llamarlo de esa manera, solo su alfa podía llamarlo ‘omega’ y Cris definitivamente no lo era.

Todos guardaron silencio cuando Mew salió de su oficina mirando con el semblante enojado a los dos alfas, Cris se enderezó rápidamente alejándose de Gulf al darse cuenta que había sido descubierto coqueteando con el omega.

Mew no dijo nada, cerró la puerta de su oficina y caminó a hacia el ascensor, una vez que se perdió de vista de los empleados volvieron a cotillear descaradamente.