CAPÍTULO XI

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Puta guarra...

🐺🌻☀️🐺

Gulf había acertado cuando pensó que Liz le haría la tarde imposible. Porque lo fue, la chica se había ensañado contra él, nada de lo que hacía estaba bien y tenía que hacer todo desde el inicio.

Pero para molestarla el omega llevaba la tela de la camisa de Mew a su nariz aspirando sonoramente alagando el buen aroma del CEO Suppasit y al decir el nombre del mayor ronroneaba sensualmente, aunque aquello nunca era actuado, sentir el aroma de su alfa siempre despertaba deseos.

Liz perdía toda cordura cada vez que lo escucha inhalar el aroma de aquella camisa que vestía el menor, no lo soportaba, tanto que termino rociando con su perfume a Gulf para que deje de oler el aroma de su “futuro alfa” luego la chica se quejo que desperdició su carísimo perfume en un omega tan simple y vulgar como Gulf.

El omega no se aguantaba la risa.

☀️❤️🌻

—Novio omega, quédate conmigo, te necesito para dormir— Mew estaba restregando su cara en el pecho del menor rodeándolo posesivamente. Era demasiado difícil dejar ir a  su omega, sabe que ni siquiera podrá dormir sin Gulf.

—¿Solo para dormir, novio alfa? — preguntó moviendo ambas cejas con una sonrisa pícara. Despeinado a su alfa quien seguía sentado sobre su sillón detrás de su escritorio con el menor atrapado entre sus largas piernas abrazándolo amorosamente.

Mew se mordió el labio inferior conectando las esmeraldas con los añiles, sus lobos dejaba ver el rastro de sus aspectos en sus ojos, la tensión entre los dos era cada vez más insoportable.—Podríamos practicar hacer algunas cosas más— ronroneo ronco.

Bajo las manos por la espalda lentamente viendo como la mirada del omega se iba oscureciendo más a medida que sentía como esas grandes manos lo acariciaban con deseo, los dedos se separaron queriendo abarcar toda su pequeña cintura. Las mejillas pintaron de un leve carmesí y un jadeo bajo más la contracción en el abdomen bajo cuando los pulgares presionaron la pelvis causando que el Alfa libere un gutural gruñido, complacido por como su omega responde a sus toques. Mew sabe perfectamente lo fácil que es poner cachondo a su omega, y le encanta.

—Alfa libidinoso— se agachó ligueramente y le dio un casto beso a su novio.

—No se quien está llenando de feromonas mi oficina con solo tocar su trasero, eso te hace más libidinoso.

—Y sé que a mi lobito está encantando de que lo haga.

—Ni te imaginas, está moviendo la cola como un estúpido perro— la risa de Gulf era sublime en los oídos del alfa, le daba mil años de vida. Su alfa estaba encantado, quería salir y juguetear con su omega llenando el ambiente con las feromonas de los dos. Pero Mew aún no le dejaba estar con su omega porque simplemente teme que su lado salvaje pierda el control y tome a su omega sin cuidado alguno. Mew era demasiado cuidadoso con el menor, esa muñeca de porcelana parecía muy frágil y temblaba de miedo que por su torpeza lo llegue a quebrar, a pesar de que Gulf le ha demostrado lo fuerte y astuto que es.

—Omega si sigues liberando feromonas en mi oficina y marcándome tan fuertemente con tu olor ya no sé qué inventar para ayudarte a ocultar nuestra relación.

—No me importa, eres mío Mew— Gulf estaba de nuevo en un estado de extrema posesividad, es cuando siente demasiado que no sabe cómo transmitirlo y simplemente empieza a marcar a su alfa de una manera demasiado tierna. Mew simplemente babea de la felicidad.

—Mi Gulf, bebé…  múdate ya conmigo— pidió el alfa de nuevo, hace unos días que viene tocando el tema, pero el omega desvía rápidamente la conversación y no entiende cual es su razón, porque ya tiene una relación alfa omega muy sincera y llena de confianza, pero Gulf simplemente se niega y ni siquiera sabe si el lugar donde vive es seguro.

HIJO DEL DESTINO. Hablemos de amor.        ☀️🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora