La gran luz del sol me cegó, por la temperatura parecía ser verano.
Unos segundos más tarde mis ojos se acostumbraron y allí pude vislumbrar un gran campamento de hombres y mujeres de las cavernas. Había desde niños, hasta ancianos e incluso bebés. Cerca de una gran hoguera tres personas con caras serias comían una carne de color extraño desconocida para mí. Tenía hambre y miedo e imagine un gran plan. Observé el campamento y entre todos los puestos vi una choza con pieles de animales. Me quité mi ropa moderna y me coloqué la piel de lo que parecía ser un buey. Me despeiné, puse cara de malo y caminé hacia la hoguera. Me senté en una piedra para comer esa carne extraña. Su sabor era una mezcla de vaca y cerdo pasando por pavo. Aposté que sería carne de mamut.
De repente una persona de las sentadas dijo:
-Kono se Culini Mataco ordenus inspec le neo
Todos me miraron y el que habló, que parecía el más fuerte de todos, me dió semejante patada que me tiró de mi roca. Estaba en la tierra, tumbado y del golpe me costaba ver y respirar. Cerré los ojos y en cuanto los abrí vi a esas tres personas apuntándome con lanzas. En ese momento, el que me golpeó se acercó a mí y dijo:
-Jajajaja, kono se Culini Mataco, nik ti mak ñe. Con una gran sonrisa. Los tres se rieron. En ese momento me desmayé.
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Un viaje a la prehistoria ©
AdventureEloy Machell, un chico de trece años británico le mandan realizar una redacción sobre la prehistoria, imaginando con los ojos cerrados su viaje, lo que él no esperaba es que él fuera a la edad de piedra de verdad... ¡Sumérgete en un viaje épico en u...