Capítulo 1: Un campamento prehistórico

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 La gran luz del sol me cegó, por la temperatura parecía ser verano.

Unos segundos más tarde mis ojos se acostumbraron y allí pude vislumbrar un gran campamento de hombres y mujeres de las cavernas. Había desde niños, hasta ancianos e incluso bebés. Cerca de una gran hoguera tres personas con caras serias comían una carne de color extraño desconocida para mí. Tenía hambre y miedo e imagine un gran plan. Observé el campamento y entre todos los puestos vi una choza con pieles de animales. Me quité mi ropa moderna y me coloqué la piel de lo que parecía ser un buey. Me despeiné, puse cara de malo y caminé hacia la hoguera. Me senté en una piedra para comer esa carne extraña.  Su sabor era una mezcla de vaca y cerdo pasando por pavo. Aposté que sería carne de mamut. 

De repente una persona de las sentadas dijo:

-Kono se Culini Mataco ordenus inspec le neo

Todos me miraron y el que habló, que parecía el más fuerte de todos, me dió semejante patada que me tiró de mi roca. Estaba en la tierra, tumbado y del golpe me costaba ver y respirar. Cerré los ojos y en cuanto los abrí vi a esas tres personas apuntándome con lanzas. En ese momento, el que me golpeó se acercó a mí y dijo:

-Jajajaja, kono se Culini Mataco, nik ti mak ñe. Con una gran sonrisa. Los tres se rieron. En ese momento me desmayé.

Un viaje a la prehistoria ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora