Capítulo 7: La nueva era

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Abrí los ojos incoscientemente, era todo blanco, alcé la mirada y les pude ver.

-Culini, Impalus, ¿sois vosotros? ¿Estoy muerto? Dije

-No, y jamás los seremos. Yo soy Umplass, el dios del espacio, alias el patriarca.

 Las apariencias del supuesto Culini cambiaron radicalmente, convirtiendose en el longevo líder de la tribu con un traje azul y plateado, hecho con materiales caros. 

- Y yo soy Alpass, ya me conoces, la bella diosa del tiempo. 

De repente la aparente Impalus adelgazó, su cara cambió a la de mi antigua amiga Siwa y alrededor de su cuerpo se creó un traje con tonalidades verdes oscuras y plateadas. Hecho de los mismos materiales que el de Umplass.

-Entonces si sois dioses, ¿estoy en el cielo? Les dije.

-No estás muerto, estás en la nueva era, la era de la piedra pulida, despierta. Me dijeron los dos a la vez.

-¡Sois unos sinvergüenzas! ¡Llevadme de vuelta a mi casa!

Mis gritos no sirvieron. El entorno blanco poco a poco se alteró hasta convertirse en el interior de una casa mal hecha, con troncos de árboles como paredes. Era una casa antigua y mal construida. Era similar a una choza pero más grande. En la casa había un señor mayor haciendo un cuenco de cerámica. Intenté llegar hasta la puerta sin hacer mucho ruido, pero no fue posible.

-¡Kansaekuss! Intrussus ip cass, comunásss, comunáss, ladronuss, thissis mioss.

Él vino hacia mi corriendo y me amenazó colocándome un puñal en el cuello. Me dijo:

¡Furrus de mi casuus!

Me dió una patada tan fuerte que crucé la puerta y llegué al exterior. Otra vez la gran luz del sol me cegó.

Un viaje a la prehistoria ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora