Capítulo 8 (Parte 2)

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Capítulo 8 — Parte 2.

Naiara siendo una chica más alta que Elpseth siempre se pegaba mucho a él, siendo muy cariñosa lo abrazaba con fuerza o lo tomaba de la mano siendo ella la que lo guiaba o llevaba a diferentes lugares cuando andaban solos o con amigos

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Naiara siendo una chica más alta que Elpseth siempre se pegaba mucho a él, siendo muy cariñosa lo abrazaba con fuerza o lo tomaba de la mano siendo ella la que lo guiaba o llevaba a diferentes lugares cuando andaban solos o con amigos. En este día especial, ella llevaba un vestido de color café claro largo, una zapatillas negras y una banda negra en la cabeza que tenía su pelo hacia atrás. La jovencita con su tez blanca, linda sonrisa, cabello negro muy bien cuidado y brillante junto con sus ojos rasgados la hacían una chica bella.

Sin perder un solo segundo, Naiara lo tomo del cuello y lo comenzó a besar en  repetidas ocasiones con besos que duraban escasos segundos.

— Sé qué tu madre no está en casa, porque siempre es ella la que abre la puerta.— le susurro al oído derecho para terminar mordiéndole dicho oído suavemente. 

Ambos subieron cautelosamente las escaleras hasta llegar a la puerta de la habitación de Elspeth, el cual, estaba tembloroso, le sudaban las manos, su pulso estaba agitado y sentía como si el corazón le fuese a explotar, aumentando más entre cada beso que se daban junto con algo que le llamo la atención y es que en medio de sus piernas, el muchacho experimento un calor sumamente fuerte, sentía como su pantalón se rompería en cualquier momento.

   — Ven, te daré tu regalo.

   — ¿Mi regalo de cumpleaños?— preguntó sorprendido.

   — Sí.— ella comenzó a quitarse la ropa poco a poco, despacio y mirándolo de forma coqueta.
Por su parte Elspeth sólo se quedaba inmóvil parado enfrente a su cama donde estaba ella sentada, el muchacho por vergüenza cubrió lo que sucedía debajo del cinturón de su pantalón con una cara completamente roja, no obstante, en ese momento el teléfono sonó a lo que él corrió para contestarlo pensando en que era su madre quien le llamaba.

   — ¡Ah! Debo contestar. — corrió lo más rápido que pudo y bajo las escaleras tan de prisa, que sintió que en cualquier escalón se podía caer.

Su novia le grito algo, pero él tan sumergido en sus pensamientos, creyendo que podría ser su madre no logró prestarle atención a lo que Naiara le dijo. Levanto el teléfono de la bocina y contesto: "Hola", aún con el pulso agitado y la respiración rápida. Al otro lado se encontraba su amigo igualmente algo agitado.

   — Eh, Elspeth, hola soy Ethan, no tengo mucho tiempo, sólo que Amber y Astrid van hacia tu casa por tu cumpleaños, pero las oí hablar de que quieren conversar acerca de lo que paso con Aina.

   — ¿Qué? No, no diles que no, no pueden venir acá estoy ocupado.

   — Estuve como dos cuadras persiguiendo el bus en el que subieron, pero no las pude alcanzar, lo siento amigo. Sólo no les digas que te avise.

   — Bien, no te preocupes... Muchas gracias, Ethan. Te debo una.

   — De nada y suerte, espero no te maten las dos.

Resident Evil: El Hijo Bastardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora