Capítulo 12.

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Capítulo 12.

El tiempo transcurría tan despacio, el aire le faltaba, su respiración parecía entrecortarse mientras apagaba el auto, quitaba las llaves, tomo su bolsa que se encontraba en el asiento del copiloto, abría la puerta lo más rápido que podía, bajo tan deprisa que no pudo pisar firmente y su tobillo se doblo al salir de su auto, cayendo ligeramente al suelo. Aún con el dolor en el pie, se incorporó con dificultad, cerró la puerta del carro tras ella y apoyándose de este se lanzó hacia su puesta cogeando, ya que, la preocupación como madre era más grande que el dolor de su tobillo.

Preparada sacó de su bolsa su pistola, tomándola con la mano derecha y con la izqueirda metió en segundos las llaves de la puerta y antes de entrar, sujeto con firmeza el arma, respiró profundamente y abrió la puerta, cerrandola tan pronto entró, apuntando con su arma, notó como la casa se encontraba vacía. Con mucho cuidado de no hacer ruido se desplazó hacia la cocina, siempre con el cañón del arma por delante. No había absolutamente nadie, registro tanto las habitaciones de la planta baja como del segundo piso y no encontró rastro de su hijo.

Al no encontrarlo, un gran gota de sudor recorrió su frente, su temperatura se elevo y se preocupó aún más por el bienestar de su hijo, así que, decidió ir directamente a su estudio en el segundo piso, en donde podía ver las cámaras de seguridad, por donde monitoreaba constantemente a Elspeth sin que este siquiera estuviera enterado. En cuanto entró al estudio, ahora dejó la puerta abierta, oara después dirigirse a su escritorio, encendió la computadora y busco el programa que estaba conectado a las cámaras, dejando al lado de su ratón, la pistola. Gracias a que la mujer se sentó, su tobillo pudo descansar y al mismo tiempo que la página cargaba, ella cruzó su pierna y comenzó a sobar con una de sus manos su tobillo, el cual, ya estaba hinchado.

Pasaron unos cuantos segundos y el programa por fin cargo, una vez dentro, buscó una por una en cada cámara a su hijo, notando, como este llegó ligeramente tarde a su casa. En cuanto la mujer pudo ver a su hijo tras la pantalla de la computadora, su corazón sintió un enorme alivio por verlo sano y salvo, pero en cuanto siguió recorriendo la velocidad en la grabación de las cintas, miro como tiempo después su hijo salió algo preocupado mirando a todos lados, después observó la llegada de las tres chicas bastante extrañada y como su hijo se terminó yendo con su novia al cabo de un rato.

Aún confundida por el accionar tan poco habitual de su hijo, busco en las otras grabaciones, dentro de la casa y fuera de la casa además de revisarlas desde el momento en el que ella fue a su trabajo, dándose cuenta, que varios minutos después su hijo se encontró con su vecino y amigo.

   — Ese idiota.— fue lo único que pudo decir al ver a su colega de trabajo apuntarle con su arma a su hijo con intenciones de matarlo.

"Maldito mentiroso, ¿no se supone que estabas enfermo?", pensó furiosa tomando su arma y poniéndole en sus piernas mientras se acercaba más al escritorio. Siguió viendo las grabaciones de las cámaras dándose cuenta poco a poco que un muerto en vida se había acercado a su casa desde el bosque y trato de entrar a esta cuando nadie estaba.

Completamente desconcertada por lo que acababa de ver, continuó mirando la pantalla buscando respuesta a la desaparición de su hijo. Pasaron cuarenta y cinco minutos y tras varias revelaciones que ma dejaron en shock tanto por los acontecimientos suscitados fuera de su casa como dentro de esta se dio cuenta de que Elspeth salió junto con su novio y no había vuelto hace ya varias horas.

Con toda la información que ahora tenía, se veía imposibilitada en buscar la ayuda de la policía, claramente una pisibilidad es que su hijo fuese secuestrado por algún alto miembro de Umbrella; sin embargo, la mujer no iba a dejar que su hijo siguiera corriendo peligro. Con una gran determinación, se levanto de la silla y camino unos pasos en dirección izquierda del escritorio, donde saco un tablón suelto del suelo y saco una caja delgada, pero alargada de metal que abrió, ahí se encontraban unos fajos de billetes enligados, una pequeña caja de metal que se abría con una llave que ella llevaba, ahí habían dos muestras en frascos de unos cuantos mililitros de color morado que decían en la etiqueta Virus E - A (Evolutivo - Avanzado) que miro con cuidado para luego colocar dentro de la caja y cerrarla, llevándosela junto con todo el dinero.

Sin perder el tiempo fue hacia su habitación en donde encima de su cama dejó su bolsa con todo lo que llevaba y su arma a un lado. Fue hacia el armario en donde tomó unos pantalones, botas y camisa negros, junto con un abrigo color café oscuro, que serían mucho más útiles para su búsqueda. Una vez cambiada de ropa bajo las escaleras lista, pero al llegar a la sala se dio cuenta de que su perro ya no estaba ahí, lo llamó para llevárselo pues ya no era seguro que se quedará ahí, empero, el canino, nunca respondió el llamado.

   — Sparky...— volvió a llamarlo y sucedio exactamente lo mismo, nada.

La mujer fue hacia la cocina, empuñando su arma en todo momento para estar segura. En cuanto pasó el umbral de la puerta, pudo ver como en el suelo se encontraba su perro hecho añicos, por otro perro, un doberman infectado con el virus, que destrozó a su mascota. Aquella bestia al notar su presencia, no perdió el tiempo y se abalanzó hacia ella gruñendo con todas las intenciones de asesinarla, aunque la mujer, no se lo permitió en un solo segundo le disparó varias veces al animal.

El perro no era tan tonto pues logro esquivar la primera bala, pero no la segundo al quedarse en el pasillo entre la pared y la mesa de la cocina en donde no se podía escabullir para esquivar las demás balas, corriendo lo más rápido que pudo para lanzarse contra la mujer, pero terminó recibiendo dos impactos en la cara antes de poder lograr su cometido cayendo encima de Katherine sin vida.

Al haber sido embestida por el animal ya sin vida, la madre, cayó hacia atrás golpeándose la espalda con la pared, quedándose bastante asustada por tener en su regazo al perro muerto desangrándose. Dándose cuenta de esto, quitó al animal de encima suyo y se levantó lo más pronto posible, notando como unas cuantas manchas de sangre había llenado su pantalon y su abrigo.

   — Oh, esto es genial.— tomó un trapo de la cocina y lo mojo con agua del lavabo para comenzar a limpiar la mancha de sangre.

Mientras se limpiaba escucho un pequeño golpe de la cerca de su casa, que la alertó de inmediato. "Espero que los vecinos no hayan llamado a la policía, tengo que darme prisa" pensó dejando el trapo en la mesa para aproximarse con cautela hacia el umbral de la puerta de la cocina que daba hacia el patio, asomándose con cuidado notó como aquel cerberus había escarvado un hoyo debajo de la cerca para entrar a esta. Además también miro hacia la casa de sus vecinos, notando como todas las persianas estaban cerradas y no había movimiento.

Confundida al mismo tiempo que miraba la casa de sus vecinos por el rabillo del ojo notó como del otro lado de la cerca hubo un ligero movimiento, como si alguien hubiese pasado caminando. Katherine sujeto con firmeza su arma otra vez y con pasos seguros y sigilosos llegó hasta aquel hoyo, poniendo suma atención a la que su oído podía escuchar y guardando sielncio.

Resident Evil: El Hijo Bastardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora