Pretty Little Liars (Jason Dilaurentis)

T3-E18-MUERTO PARA MÍ

Estábamos todas en el Brew con dos amigas en la depresión, una porque el novio se fue a conocer a su hijo y la otra porque terminó con el novio - ¿Nada? – preguntó Emily -Nada desde que se fue- dijo Aria -Bueno, envió un mensaje de ya llegué- añadió -Eso cuenta- dijo Hanna tratando de animarla -Si tu quieres- agregó al ver la cara que Aria le echó -Sé que está haciendo lo correcto, es sólo esta idea de que algo está pasando a cientos de kilómetros y que va a cambiarlo todo- entendía muy bien a Aria, cuando Jason prácticamente desapreció de mi vida, era terrible la incertidumbre de no saber lo que iba a pasar entre él y yo, de un momento a otro reparé en que todas mirábamos a Spencer quien no decía nada -Esto se enfrió, voy a pedir que me lo calienten- dijo y fue hacia el mostrador - ¿Crees que Wilden ya haya leído el cuaderno? – le pregunté a Emily cambiando un poco el tema -Seguramente- dijo -Entonces sabe que sabemos- comentó Aria -Y ¿Qué sabemos exactamente? – preguntó Hanna y Aria se encogió de hombros -Sólo la versión de Cece de las cosas- respondió Aria -Hay una fotografía de él en Cabo May, voy a volver a la estación de policía después de clase, la guardaré en mi teléfono- dijo Emily, en ese momento Jason entró al Brew y caminó hacia nosotras a un lado de Spencer, me puse de pie y le di un casto beso en los labios -Hola- dijo, sabía porque estaba aquí, el segundo funeral de Alli.

-Lo estamos manteniendo en silencio, pero, ya entregaron los restos de Alli a mi familia, habrá un reenterramiento- les explicó Jason a las chicas - ¿Será enterrada de nuevo? – preguntó Emily sorprendida -No en la tierra, en un mausoleo- aclaró -Habrá un servicio, pero, arreglé que ustedes tengan un tiempo cuando mis padres se vayan- abracé a Jason por la cintura, me parecía un gesto muy lindo lo que había hecho por mí y mis amigas, darnos la oportunidad de volver a despedirnos de Allison -Gracias- dijo Emily -Hay algo más, las cosas que pusimos en el ataúd con Alli, siguen desaparecidas, la policía cree que quien haya abierto la tumba las guarda como un enfermo recuerdo, se imaginan que cuando las encuentren, encontraran al loco que lo hizo, yo creo que sí- me esforcé mucho el disimular mi incomodidad por aquel tema, jamás le dije a Jason lo que había ocurrido con esas cosas -Sólo quería que lo supieran por mí, les diré cuando sepa los detalles de la despedida de Alli- Jason se disponía a retirarse cuando Spencer habló -No te molestes, ya le dije todos los adioses que quiero- todas mirábamos impactadas a Spencer por sus palabras nada sutiles -Spencer- advirtió Emily - ¿Qué? ¿Es Santa Alli ahora? ¿Sus huesos son reliquias sagradas? –

- ¿Qué diablos pasa contigo? – bramé furiosa por la actitud de Spencer, tomé mis cosas y dejé el dinero de mi café en la mesa, tomé la mano de Jason y salimos de ahí - ¿Pero qué mierda le sucede? – dije molesta -Ya, entiendo que esté enfadad por esto...-

-No, no seas comprensivo, no tenía derecho de decir eso, menos frente a ti, pero ¿qué está enferma? – Jason me detuvo porque seguía caminando a toda prisa, ni siquiera sabía a dónde -Ya, será su decisión ir o no, la única que me interesa que me acompañe eres tú- cerré los ojos y suspiré para tranquilizarme - ¿Quieres que vaya hasta el final? – Jason negó -No, tu eres parte de mi familia- no pude evitar sonreír, cosa que se esfumó cuando sentí un empujón por la espalda y vi a Spencer pasar casi corriendo a un lado de nosotros - ¡Oye, fíjate! – grité y Jason me sostuvo por los brazos mientras decía "Shh" creo que jamás había estado tan molesta con Spencer.

...

-La foto ya no estaba- dijo Emily cuando entramos en mi habitación -Wilden leyó el cuaderno, sabe que sospechamos- añadió -Wilden sabe que sospechamos desde el primer día que llegó a Rosewood- dije, Emily lucía más anciosa que de costumbre y me extendió una postal de la Torre Eiffel - ¿Es lo que dejaste en el ataúd de Alli? – pregunté leyendo lo que decía la postal en la parte de atrás -Esa y otras veinticuatro postales. Alguien la puso en el bolso de mamá, Aria creyó que era malo recibir los aretes uno a la vez, A tiene veinticinco oportunidades de tenerme una trampa-